domingo, mayo 20, 2012

Desde el Cuerpo


Abrazo mi cuerpo - Carmen Luna

Mi medio, mi todo, el que manifiesta lo que soy. Hundido, acribillado, fumado, embalado. Ya sin sesgos, ya sin dudas, ya sin tabúes, ya sin heridas (aunque con cicatrices). Nublado en la noche, partido por la mitad, disuelto en el aire, ceñido al sentimiento, sobado como una buena masa de sopaipillas. No socavado, pero a punto; no en la cima del mundo, pero casi; no reclamando la verdad, pero rozándola; no con las cosas claras, pero a media luz.

Era yo, y no era yo. Ahora no soy igual, pero mi cuerpo no quiere dejar de ser lo que se va sumando en él al estar. Quisiera volver a estar, siempre y cuando mi cuerpo de Sol realmente mitigue los dolores innecesarios que otro, igual que yo, vive pariendo porque quiere como yo. Ahora que ato los cabos sueltos, lo hago con mis dedos, con mi compasión, con mi comprensión.... con mi todo, con mi medio. Y vuelve a empezar.

No voy a envejecer, ni me voy a preocupar.

martes, mayo 15, 2012

Todas las canciones que te canto


Es indudablemente distinta la música que iba escuchando camino a clases en relación a la que escuché de vuelta. Sin embargo, la gran mayoría de canciones van como misiles lanzados hacia el mismo objetivo. Hoy ya no se puede dudar de eso tampoco.

Es que yo tengo claro mi camino, pero otros, con su sigilo, están tanteando terreno. Es probable que hayan mas leones en mi vida, mucho más allá de los que lloran. Lo único que sé es que su oído, por regla general, es agudísimo... y que con un buen piño de canciones, paciencia y reflexión, podré lograr mi cometido... mi noble cometido.


He vuelto a recordar lo que es el altruismo más puro, y no por eso me quiero suicidar, como antes.

Bordado - Camila Moreno.

domingo, mayo 13, 2012

El Llanto de los Leones

Mi piel, mis ojos, mi yo. Todo mi yo.

De mi para tí con todo mi yo, decíamos cuando nos ibamos a escribir un recuerdo en el colegio.

Espero que esto no se quede en el mero recuerdo.

Tenía miedo, de 2 cosas. Una, la doble intención con la que en parte abordaba esta expedición. La otra, una vez concretada la empresa, que se me viniera abajo. Aún los sismos probables se asoman por la ventana, y quisiera que los pájaros que afuera cantan se los lleven.

Tengo miedo, torero. Tengo miedo de que me claves la espada justo en la cruz y me desangre lentamente. Cuando vi una semilla y creí en ella, jamás pensé en las incertidumbres de la mañana siguiente.

He de perdonarme a mi misma por los laberintos reflexivos en los que me imbuyo.