lunes, noviembre 25, 2013

La Cuadratura del Círculo

Que tenés que ser el cambio que querés ver en el mundo.

Apuntalo en tu agenda mental, Barbie. Igual que esa idea de que la gente aparece en la vida por cualquier cosa, menos por azar.

viernes, noviembre 01, 2013

Remember

Esta misma cosa en la guata, ese mismo trémulo de ansiedad, esos mismos pequeños espasmos, esos momentos sin aire, esos segundos en que el mundo se detiene... todo eso ya me pasó antes y se aparece como una reminiscencia en alta definición.

Volví a los 17, después de vivir un siglo decisieteañero. 
Vuelvo a soñar con la misma intensidad, aunque no con las mismas promesas. 

Te sueño, Negro. Acá al lado ojalá, hueviando un rato para pasar las horas, con unas yerbitas buenas y un poco de magia contra el dolor. Buena onda, cierto?

Pero hay que poner las patas en la tierra... tírame un cable a tierra, porfa. Los pies en la tierra, los ojos hacia el cielo. Quiero ser bien pragmática, como me recomiendan esos amigos fanáticos de esa corriente, avanzando sobre las condiciones materiales objetivas, aunque no por eso luchando sin la fuerza de la convicción.

Se puede volver a soñar con la misma intensidad que antes, cuando probablemente igual que ahora, se pensaba que nunca más se podría retornar a las maravillas de tener una ilusión. Y es que a pesar de tanta yaga las ganas de emprender una y otra vez no me han fallado. No sé a quién le tengo que dar las gracias por ese motor de vida que llevo dentro, por este bichito que me dice "una vez más" al oído.

Luchar. Hasta el socialismo, vieja!

miércoles, octubre 30, 2013

Otra piel

(Él es así. Es buena onda. No es de amoroso, es de buena onda.)

Increíble como un mismo signo puede cambiar tan radicalmente de interpretación: hoy pasó lo mismo, lo mismo LO MISMO, y me lo tomé tan distinto...! 

Debe ser porque las cosas han cambiado. 

Ya no es la fiebre del oro, me canta la canción que escucho.



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Y pienso del mismo modo. Ya acabo. Me duele. Si estas ganas de vomitar se convirtieran de verdad en lo que quieren ser y se lo llevaran todo de un viaje, hasta me haría arcadas para que saliera luego.

Pero no. Ese es el camino fácil.

El proceso es otro. Hay que bajar de las nubes y mirarse el ombligo, y en ese mirar encontrarse una misma, saberse fuerte, valiosa, aventurera, vivaz, alegre, capaz. Hay que trabajar esa relación con una misma, esa que está media abandonada; hay que alinear la espina dorsal y asegurarse de sentirse bien en ella. También es necesario perdonarse por los pájaros en la cabeza, por la ingenuidad, por los errores cometidos; creer en el dolor insoslayable como un abono para las nuevas flores, 

Luego, el primer paso en el mundo exterior, es levantar la cabeza, fijar la mirada y contestar una sonrisa... la misma que me han ofrecido hace rato, pero que leí mal, que pensaba convertir en una esperanza celeste. Habrá que hacer un esfuerzo -en principio sobrehumano, y con el correr del tiempo más sencillo- para ceder y tranzar, para comprender que no puedo atar todos los cabos sueltos yo sola. Aprender a soltar.

Quisiera precisar bien qué tengo que aprender de todo esto... no es la idea pasar en vano por la vida. Qué lástima no tener las respuestas ahora! Sólo me queda confiar en mi proceso y esperar a conocerme un poco más al final de este viaje.

No estoy diciendo adiós, ni cerrando ni cortando. Serán holas distintos, eso es todo.

viernes, octubre 18, 2013

Empezar.

De pronto siento que se me cayó la noche encima, aunque haya podido sostener junto a ella una sonrisa sincera. Es que estoy a la espera de algo y eso apremia.

Espero el día en que todo Santiago se me vuelva a dormir en los brazos, que sus pequeñas luces bordando el cielo pululen de felicidad en mi piel y que sus rugidos de jaguares de metal se transformen en susurros de calor, confianza, sinceridad.

También se que no sólo estoy esperando a que la jungla de cemento se me entregue después de aguachada; porque quiero hacer la conjunción entre ella -la más hostil e irrefrenable- y los compaces de la madre tierra virgen, de los orígenes sin mácula.

Es que por ahí en tu pecho se cruzan todos los rasgos de la apertura capitalina, de las grandes masas y los grandes movimientos... se cruzan con el latido sereno de un corazón que anhela el ritmo de la mapu, los sonidos de la naturaleza, los vestigios de la comunión y la comunidad, la paz que da el romper de olas de la Playa Grande.

Allí es donde quiero hacer conjunción, donde quiero reposar y que se reposen. 
¿Pido demasiado?

lunes, octubre 07, 2013

EstrellaFugaz

Hoy es uno de esos días de mini-truinfos; me merezco una esterellita, pienso yo.

La espera aún es larga, pero con estos pasitos se acorta, como queriendo ser más suavecita y no por eso menos eficiente. Bonita cosa! Mirar al fondo del ojo rapaz con la naturalidad total del primer día y de todos los demás días.

Te juro que prefiero esa naturalidad ligera en vez de un mar de pasiones tormentosas que no tienen asidero alguno, ni sustento ni sustrato, ni sueño ni vigilia. De sólo acordarme me da náuseas, si ASCO.

Es una de esas pequeñas grandes alegrías que vienen cuando la liberación aparece. Todo se distiende. Un poco de lluvia para los campos secos... un poco de libertad para el agua de los diques.

Prefiero mirar como la balanza se sacude cada vez menos, hasta encontrar el punto exacto en donde juntos, nos reunimos con los demás. Sano equilibrio de dos fuerzas que se malentendieron.

¿O que no llegaron a comprenderse?


viernes, septiembre 20, 2013

On the Road ¿por quién?


Parece que no fue hace demasiadas sonrisas que un bosque espeso de laureles y pelúes me rasguñaba la espalda bien amada. Me detengo y pienso que a veces recordar es bueno, y que no siempre produce nostalgias ni penas. Lo hecho, hecho está; y hermosamente hecho, por cierto.

Podría parecer que cada vez que ando sobre ruedas estoy arrancando de algo, y es falso. Todo lo que quiero es encontrarlo, reencontrarlo. Sigo en esa búsqueda de esas otras cosas que me llevan a la misma cosa.




Después de un largo viaje que me prepare para eso. Volver volver volver.

Vuelvo a mi espalda bien amada. Mi espalda que cual Judas ha negado ya más de 3 veces. Cosa grave, pensarían algunos. Ninguna infidelidad, pienso yo. El norte es uno sólo. Los cuatro puntos cardinales son tres: el norte y el sur.
Siempre me pregunto qué pasaría si el norte fuera el sur.

Recorriendo la pampa o los valles, la cordillera o el Mar Caribe, siempre he hallado una sonrisa y un deseo de volver. Si salgo es para que el retorno tenga mejor sabor.

Salí de ese bosque indómito, malherida, bien adentro. Salí de la ruta más salvaje, como arrancando y no queriendo. Salí huyendo de un reino incalculable. Me resigné a la añoranza permanente, al corazón latiendo como carne viva a cada momento. Mejor pa mí, y buen anestésico pa las crisis existenciales, pienso. Soy carne viva mientras su sonrisa y su espíritu de lucha anden merodeando por ahí. Bien por mí y por tí.

Por eso es diferente. Por eso todos los caminos llegan a esa misma intersección de bosque húmedo, latidos secos, dedos hediondos a yerba.

viernes, mayo 03, 2013

Qué Andarás Haciendo Ahora


Efectivamente, por si es que te lo preguntas, me he guarecido en lo más hondo de mí, para entenderme. Entenderte a tí no tiene caso, y además me gusta saber que hay secretos insoldables en la profundidad de tu corazón... secretos que yo no puedo descifrar, códigos que no tienen ni ganas de ser traducidos, lluvias de meteoritos largos que no van precisamente en dirección a la destrucción del capital.

Me he guarecido en lo más hondo de mí, te decía. Te contaba para que sepas que no hago mucho más que lo habitual: repartirle amor a todo mi mundo cuando ese uno de mi mundo me ha sabido negar su amor. Estoy haciendo aseo en la casa interna, tratando de mecer mis pensamientos al son de alguna música que me represente, que me comprenda... por que sí, también yo tengo mis insoldables secretos, mis códigos y mis lluvias de meteoritos. 

A veces preparo café, otras enjuago los tallarines, improviso bromas, golpeo la mesa, tiro lejos las pantuflas, me pregunto por la contingencia, dudo de mi misma y de la veracidad de las cosas. Descarto las alegrías mal sanas, prefiero oler la fruta antes de comerla, sonreír a los niños y las niñas, posar los ojos sobre los cientos de matices de las hojas de otoño. Hago estas cosas porque no me queda otra.

No me queda opción, aunque en realidad quisiera probar el pan de orégano, virar a algún lado, iniciar una revolución, adentrarme en tus orillas, leer las líneas de las manos, conversar de las historias pasadas, hacer un presente de lucha para que el futuro nos pertenezca, en fin, cumplir las serie de promesas que me trajo la estación del viento sur. Nada fuera de lo común, a mí parecer.

Pero para tí todo fue una buena onda, un lapso de locura y ardor sin sentido, un mero trámite para poseer lo prohibido, un pasaje de la vida sin mayor importancia.

sábado, abril 27, 2013

Para un final

Justo en esta tarde en que la objetividad se toma mi cabeza, comienzo a notar que corresponde odiar, tener rencor y renunciar con rabia a lo que resultó un montaje catalizado por una buena dosis de labia y otro poco de imaginación. Es lo más lógico, dicta la razón.

¿Qué sentido tiene tomar caminos impulsados por la curiosidad y luego renegar de ellos? Parece que fue ayer cuando tomé mi paracaídas y me dije entre una estrella y dos golondrinas. La única forma de saber era hacerse a la mar como a los viajes del corazón, ondulando en los misterios errantes e intermitentes de la vida joven, de esa vida que se muestra abierta y sencilla.

Perdonarme y perdonar. La tarea escencial.

lunes, abril 01, 2013

Emprender el día

La primera duda que me asalta es si soy mejor persona por las mañanas, a media tarde, a la hora del sunset o en las noches tibias de luna llena. No lo sabré responder. Cuando era jueves yo me repetía anoche, anoche, anoche, perdía mi tiempo: lo mejor vino pocas horas después del amanecer.

No es que le tema a la mística de los rituales, que con ella se hacen hermosos, no. Me da miedo quedar para siempre en el estado liminal, para siempre allí pegada, sin ser lo que fui ni lo que quiero ser. Es el momento que los orientales llaman Después de la Consumación; cualquier movimiento hace romper el equilibrio y sin embargo, es necesario moverse, seguir con la vida.

Movimiento y reposo, tal es el movimiento del universo.


sábado, marzo 23, 2013

Fue + Abrir los Límites de lo Posible

Estoy tan al sur del mundo que encuentro que a mi mundo le entra poca luz.

Arremetí desesperada contra la falta de lumbre y acepté el centralismo de la larga y angosta faja, hasta para conseguir espasmos ardorosos. No me lo perdono aún.
Y debería, porque los tránsitos físicos y los recorridos aeroespaciales se suman a mis viajes de memoria, cargados de afectividad. Me salí de la ciudad. No podría profetizar en mi propia tierra.

No soy culpable. Me desvisto de todo traje de autoflagelo y corro sin harapos hacia mi propia redención.

Muy concreta, muy pragmática. La idea es seguir el camino, mas no adelantarse a los hechos. Hay saberes sinceros que se agradecen porque distienden el aire y permiten bailar sin dolores algunas noches rojizas. Cubriremos, entonces, nuestras necesidades básicas sin titubear, sin torearnos como lo hice con otros en el valle central. Acá no valen los juegos de rol, sino la equidad, el equilibrio, el punto medio; es otra la lógica.

Me cuesta. Paciencia, tiempo, energía. Yo era otra máquina extravagante, programada para otro tipo de extravagancias. Se avecina otro cambio de paradigma, me repito en un silencio poco calmo. Confiar en los hechos es la nueva ley, que no deja de lado los sueños, sino que persigue tenazmente aquellos indescartables, aquellos posibles.

Ahorrando energía como se usa en los tiempos en que la moda es hablar del calentamiento global. ¿Qué conseguiría desgastando mi mente?

viernes, marzo 08, 2013

La Ilusión de la Transparencia


Un hombro al lado del otro. Un codo junto a otro codo. El centro de mi cuerpo junto a la nebulosa que habita los alrededores de otro ombligo, e incluso nuestros cuerpos que se yerguen hasta casi la misma altura. 

La ilusión de ver la teoría en la práctica se asoma tímidamente por el umbral de mis ojos.

Yo soy para acoplarme al lado de otra piel. En ella me veo amplificada, y en la mía ella se ve con una nueva figura. Lo que en nuestros interiores habita, es la misma esencia, la misma idea y la misma materia.
La piel que habito no es mejor porque tenga menos marcas. Bien sé yo que las heridas que me sangran no se ven. Tampoco la otra piel es más fuerte ni tiene más trayectoria. Cada cual ha hecho su camino, comprendido y aceptado por quién se ha armado de valor para recibirla.

El milagro del tú a tú, del no forzarse, de las voluntades aunadas, de ir a la par. No lo puedo creer. Huyo. Me recuerdo de todas aquellas cosas que son más fuertes, de aquellas contra las que queremos luchar. Temo que nos logren vencer. Temo que la animalidad sea más fuerte que las ideas, que los ideales, mejor dicho.

Es para no creer. Es para no volver a creer, como antes.

O bien es para volver a confiar, y para salir a luchar con más fuerza.

En el día en que se conmemora a la mujer obrera, quiero decir que me levanto y doy cara a esta sociedad. No quiero avasallar, no quiero pisotear como han hecho conmigo y mis compañeras. Quiero que vayamos uno al lado del otro, que luchemos mano a mano. Y es tan difícil que tengo miedo, y me han mentido tanto que no lo creo.

Quierocreerquefusitehechoparasermicompañerodeluchayvida.

sábado, marzo 02, 2013

In-vierno (o mini crónica de un pasado difícil)

Se escucha la misma música que en aquellos días de viento norte hacía esfuerzos inútiles por sanarme esas yagas feas, hechas con rapidez, en la estación anterior. Me sumergí entonces en una pequeña peregrinación. Invierno. Ruta 5. Patagonia/Geisers. Puras canciones de Marciano, pura música ambiente, ideal para ser rellenada con mis pensamientos.

Las mañanas nubladas se parecían a mi cabeza. Mis andanzas por la Feria Pinto, melancólicas, eran percibidas incluso por los locatarios acostumbrados a tanta gente raída, a tanto paso tambaleante, a tanto mal traer. 
Quien diría que meses después me encontraría a pocas cuadras de allí bailando, apoyando una libertad de expresión en auge en estos tiempos. Linda la D'Boys, que ya no existe.

Rap de la zona igual cuenta historias. Me recuerdan que "Temuco tiene ese gris, ese no sé qué, que te petrifica donde estés...". Y yo, convertida en piedra azul-sagrada me fui a mi casa como si me hubiera ido a La Meca: cada paso que daba para llegar hasta ella tenía una connotación simbólica. y más aún, el destino final.

No me desnudé por las calles azules. Sola, como una pluma que se cae de un pájaro en la noche, no tenía a quién deleitar con tal espectáculo. Quise encaramarme cerro arriba y recordé que soy sureña y que los cerros pelaos y enmarañaos son propios de tierras que me son ajenas y que sin embargo generan en mí un gran deleite.
Tenía mucho frío de cuerpo y aún más frío del que cala más adentro. Abandonada a mi suerte, desolada, intentando comprender; con ese nudo en la garganta que no se desató hasta que hice mi segunda travesía.

Saqué pasajes sin saber a dónde. Y me fui pa la capital.

Aún es asombroso recordar que 7 días antes de realizar una fantasía de hace casi 5 años, estaba como una plañidera sin goce de sueldo, por un mal episodio de los tantos dramas de mi vida. No lo puedo creer. Ahí, en la ondulante máquina del engranaje santiaguino. Fascinante.

Y lo demás, ya es parte de otro capítulo en el que dejé de moquear.

lunes, febrero 04, 2013

Levtraru


Por enésima vez la nostalgia de mi tierra se me escurre entre las lágrimas atragantadas, medio atoradas, como tupidas. Quiero dedicarle este clip a la gente de la tierra, a los que me hacen sentir orgullosa de venir de donde vengo, a los que resisten por siglos después de tanta sangre, luma, confinamiento.

Ni yo entiendo porqué cuando navego las mareas del wallmapu ensangrentado quiero llorar sin detenerme. Debe ser que he querido lavar todas las heridas del hinchado cuerpo de mi madre, apretujado entre el Itata y el Toltén. Allí hubo gente que cuidó de ella antes que yo estuviera, para que la conociera preciosa y orgullosa, para que la descubriera como la matriz dadora y entregada que es. A esos cuidadores es que hoy les quiero decir que no se rindan, que su resistencia hace que mi jus solis sea la excusa para solidarizar y defenderlos, que sé cuan valioso es ese suelo para aquellos que sin tierra no tienen cultura.

Hago un viaje mental mientras los beats del rap chileno y los versos de Neruda se mezclan en la pista: Maquehue, Estación, Padre, Lonquimay, Nahuelbuta, los confines de Angol, el centro y el mall, las luces de la gran urbe y la Feria Pinto, las carretas, el mercado y sus compases de Kültrun; todo se disuelve después de ser vivencia, imagen, recuerdo de todos los años de cimientos que la mamá Araucanía me dejó bajo los pies. Lamento tanto que nos hayamos tenido que separar, bonita.

No te me arrugues, no te recojas, sal. Sal a demostrar lo que eres y quienes son tus hijos, los más fuertes, los de la raza indomable, altamente inflamable.

Orgullosos de que nos de la indiá. MARRICHIWEU!

sábado, enero 26, 2013

Al puerto

Hay noches en que me pregunto por qué no puedo ahondar en tí, Valparaíso, cerro abajo, cerro arriba y avanzarte a medida que el cielo semi azul se vaya posando sobre tus heridas hechas por barcos mal varados en medias estaciones como la primavera o el caer (fall). 

Me quiero posar sobre las noches redondas en tus bares que rinden culto al sunset y al tequila sunrise, después de años de preguntarme si existías y de buscarte a tí y a tus mareas que ondulan a una multiplicidad de culturas con su vibrato incontenible. Quiero mirar como bits de una foto a los pequeños puntos coloridos que conforman tus caseríos encaramaos a la mala, y pintarte las huellas de mis zapatillas en tu abdomen de escalera gris y de alquitrán derretido.

No sé qué pasa que no puedo; le echo la culpa al destino. Mientras tanto bonita, te sueño; y es que te prometí volver, madre de todos mis anhelos adolescentes.