domingo, julio 31, 2011

El mal del Che (y de los picaos a)

Hay dos patologías: una me ataca a mí, la otra a ellos. Creo que yo no padezco su mal, no... sólo los miro, miro como se enferman y las revoluciones intestinas gritan presente. Yo grito, grito, han cachado? yo grito sin que la reverberancia se note, ya dije, siempre intestina.

Que los vuelos, que la vida, que un mate con azúcar o sin (lo mismo corre para las sopaipillas), que las tertulias de gente nueva con cosas enmarañadas de historia. Que el rojo amanecer y las cosquillas van de la mano, que las lenguas de ahora y de antes caminan para abrir las grandes alamedas. Que se despiden con un hastalavictoria para causarme una convulsión casi inmediata. Agua, aire, fuego, yerba. Que las palabras que vomitan brotan brotan se caen me golpean yo y mis golpes de todo tipo físicos verbales morales me golpean para bien más bien remezón diría yo, me hablan y aportan y en verdad son bien de mentira o bien copias de cosas que como no tienen trademark pasan piola cuando se calcan en serie.

Mi mal es sudoríparo y cardíaco, como cualquier sentimiento.

Re-Turn

Yo creo que salí pillada. Yo creo que si no me dejo pillar al final de una larga cacería, no tendría niunmembri. Yo creo que el halo de misterio es necesario hasta cierto punto, pero cuando desaparece por razones de fuerza mayor, sin determinación propia, sorprende.

Me vuelvo a preguntar por mi propio cerco comunicacional, y me doy cuenta de que acá, desde 2008 que estoy exponiendo el corazón, abriendo mi carne, dejando todo velo atrás... y todo bajo la premisa de que "nadie me lee".

Permiso, me voy a vomitar un par de corrientes de conciencia.

viernes, julio 22, 2011

Madre, Ciudad, y Tatoo


Escuchar hip hop y pensar en el tatuaje que potencialmente me haría el Wentru para ayudar a no olvidarme de mi tierra y de los males que me aquejan en relación con mis madres.

He escuchado rock toda la vida, y sin embargo sólo en una canción de Elefante Mecánico que conocí como hace un mes encontré la frase ideal: "madre ciudad, te amo y te odio, esa es la verdad".

Yo nací en una de las muchas cunas del liberalismo, o una de las principales de este país. Aprendí que eso no es sano ni bueno fuera de esa urbe progresista, consumista, neoliberal, capitalista hasta las vigas. Yo me crié, como dijimos con Maxi "con el manual de vitrineo bajo el brazo", y no reniego de él, no es que no me guste... es sólo que pienso en las miles de malas consecuencias de este vil sistema y no puedo evitar entristecerme... mucho más que de sentir alguna furia. Punto aparte es la gente superficial, apegada al catolicismo, las iglesias... es esa gente que prefiere dejar todo como está; aunque puedo convivir con ellos sin mayores problemas.

Allí es donde la odio.

Pero por sobre todo la amo, porque tiene un sello especial, una luz distinta; hasta un aire más rico aunque los estudios ambientales digan lo contrario. Ella es grande y siempre floreciente. La voy a ver y tiene cada vez algo nuevo: me muestra una nueva arista, otro ángulo de su belleza; me sonríe con sus luces, sus calles, sus paseos populosos, su fusión de culturas. De un lado, donde se pone el Sol, encuentro los clímax del urbanismo, el paisajismo y el progreso. Del lado de Neruda, de los rincones de la Estación, le brota la raíz milenaria indígena, las tradiciones, el contacto con la ruralidad que se nutre de una capital que se agranda al inhalar y exhalar movimiento, cambio... un ritmo imparable.

La tuve 12 años, me la quitaron a la fuerza; aprendí a amarla más y asimilé el porqué de odiarla. A la otra la tuve 18 años, me la quitaron del mismo modo... y no sabes cuánto deseo que lo mismo suceda.

Me comprometo a gestar el boceto ahora mismo.

jueves, julio 21, 2011

Raíces brutas y porfiadas

(Pidió más; yo obedecí. La mano era que se transformaran en piel...)


Niuna sola pifia y vamos a volar. Mírame, con eso basta. Te perdono ramero-remero, hombre de pocas pero precisas palabras. Ya no hay nada. Increíble, cuatro años.

Hay canciones que evocan a la madeja de preguntas que me sirvió para tejer el manto de las buenas y malas ideas; todo generado por tu persona.
Ya ni me acuerdo de los tiempos en que no sabía cocinar... y pese a ello ¡tome tanto caldo de cabeza!
A veces quisiera volver, como el domingo en que hablamos sobre el amor. Es cuando citan al amor que quiero volver a los días más jóvenes, donde todo lo que tenía era y estaba joven: cuerpo, alma, corazón, esperanzas, ideas... todas mis dimensiones humanas jovialmente dispuestas para empezar la verdadera vida. Lo demás no fue nada más que antesala.

Yo no me creo top model, más bien he querido ser siempre la musa de otro artista igualmente susceptible a los encantos que saltan de la gente como relámpagos. Así mismo quiero yo provocar un destape de inspiración en un sujeto, en lo posible admirable, o de lo contrario el pobre caería en el patetismo (¿Caigo yo entonces en el patetismo si no le soy admirable a los musos que son mis testigos?).

Le dí rienda suelta a mis cabellos desde hace rato... seré capaz de dar rienda suelta a mis deseos, lo que no monitoreo es lo que se me hace imposible, y desde luego, impresionante.

lunes, julio 18, 2011

Shock shock shock

Mi sueño fue cumplido a mitad de año por otra. Así de corta. Entonces comprendo que no puedo esperar para empezar a vivir la vida que quiero, por algo estoy en plan ascético para llegar a donde anhelo ir.

Si sigo mirando esas cosas con el ojo de que ya vendrán, no las voy a forjar nunca.

Hay cosas que se salen de mi control. Yo no soy la musa irresistible ni puedo poner siempre la bala en donde he puesto el ojo. Como ayer. Impacto profundo, aunque al menos algunos días esa galantería sacada del siglo XIX me hizo bien. Lo que no puedo calcular no debe derribarme, por mucho que colapsen mis estructuras.

Y sí, entre más esperamos vivimos más infelices. No esperes mucho, pero trabaja arduo por tus sueños.

Cariños para tí, Barbarita, esta entrada está hecha para tí misma.

viernes, julio 15, 2011

Empujón

El viento sur me empujará hacia el norte.

Que vuelvan los días lindos, como los del comienzo de marzo, cuando podíamos fugarnos a Niebla y mostrarle las bellezas del sur a todos los forasteros. Estoy pidiendo horario de verano, luego pediré días aún más largos, un poco más tarde anhelaré primaveras; llegarán y se nos cernirá encima el mes del no retorno, con un par de cuecas corraleras...

Mi plan ideal es darme a la fuga a mi tierra que tan bien conozco, y avanzar tan septentrionalmente que ya no me quede piel para tantos besos de Sol.

Voy a dejar atrás toda privación. Todo lo que no me fue permitido aparecerá en mis narices, todo lo que no quisiste que yo fuera seré. No quiero ser la copia infeliz de una vida frustrada, no quiero ser como tú, ya es suficiente con el peso de la genética.

Mientras pueda, correré detrás de mi corazón. Y ya que ahora puedo, forjaré mis sueños.
Norte, norte. Es todo lo que en mi horizonte veo.

jueves, julio 14, 2011

Este lugar es semejante a la dicha

(el título no es mío, es de un cuadro de algún pintor chileno, no sé si Samy Benmayor o Bororo... dudo que de Matías Pinto D'Aguiar).

Ha sido un cambio bonito. De una herida nació una flor, porque en ese primer día de soportar la verdad y asumirla, sin darme cuenta, fui propiciando el nuevo gesto, la palabra viva, el ademán del encanto; lo que crecería, como una hiedra.

Yo quiero desalojarle ahora... como a Adán, quien fuera el primero en entrarme al cuerpo y en salir como desterrado del paraíso. Quiero cogerle igualmente de sorpresa, pero sin repercusiones. Ya me dijo Calamaro que no cometa el crimen si no voy a cumplir al condena (y "no te preocupes palomaa..."), y no me quiero condenar, al contrario, un buen grito libertario bajo un poncho mapuche me haría bien; para expiar mis culpas, para estallar.
Entre miles de piernas que claman poder y autonomía yo quiero dominar, entre sus trincheras quiero sepultarme, como si corriera a la emboscada a ciegas, obviando las resonancias magnéticas que todo nuestro tacto y nuestra mirada puede tener en nosotros mismos y en terceras personas. Perdona, dile que te perdone pero yo te encanto y te asalto y te robo, no llores, perdona. Dile que no robo encendedores, que corazones sí, que perdone.

No saldremos vivos si queremos dejarlo todo allí, en la guarida húmeda, que acoge. Yo no quiero pernoctar, sino intensificarme en la oscuridad mañosa, perdiendo cuidado de lo que pudiera transmitirme un cuerpo mal desterrado, empeñado en realizarse a través de mis oblicuidades como si su felicidad se me escapara por las esquinas o las curvas. Muramos, sin culpas, sin crímenes ni condenas; como yaciendo en una manta tejida de sudor y sangre, ocultos bajo las sedas del invierno irresistible que nos ha llamado a sepultarnos sin más fuerzas que para nadarnos el uno al otro, para respirarnos, para navegarnos nuestros mares resecos y bucear las malditas lenguas, arar las finitas manos que se crispan y se acercan, se acercan... se cercan.

La belleza de avanzar: he aquí que la palabra escrita captura al lenguaje hablado, el hablado al visual... captura a aquellos que se comprendieron y se sintonizaron fuerte y claro.

sábado, julio 09, 2011

Polimorfismos de la Tristeza y Otros Sentimientos Asquerosos


Busco... lo busco y no lo encuentro! Qué otra cosa buscar en la vida sino esa humareda envolvente que no se repite? Ah, fueron 5 días de aniversario nacional y yo ya me trepaba por las cortinas esperando verte. Fueron las 3 primeras semanas de vacaciones de invierno y yo veía Rally MTV esperando reencontrarme con tus ojos la primera semana de agosto. ¡Y qué reencuentro aquel! Hacía frío, yo te miraba tomar café y cuánto me habría gustado uno contigo.

Un comercial de chocolate a fin de año me hacía crepitar de dolor. La tele que querían sacar de mi pieza porque que tomaba mucho caldo, tenía mucha pena. La llamé para que volviera rápido de la pega y me dijo pone música, entre otras palabras y otros alientos. Ese Día del Amor ella también volvió pronto, con una barrita de Quaker y un Capri me parece mucho; era el día del amor de mami también. No comprendo cómo pude tocar tanto fondo, querer morirme tanto... y ahora su compañía (su de ella), que aunque nunca me comprendió del todo, es la pena cruzada en torno a ese sentimiento mío; un sentir que sólo se puede tener a los 15 años cuando uno tiene el corazón jovencito y de una esperanza quiere saltar al cielo.

Retomo mi congoja... ¿me merecía yo, tan niña, sufrir así? Ya ni puedo recordar cuántas lágrimas, cuántas lunas, cuántas noches en vela, cuántas esperanzas, cuánta ilusión. (Jamás podría olvidar la crema de verduras de ese almuerzo tardío (solitario por cierto, tristemente solitario) y el CD de El Clon, con las canciones más cebolleras y romanticonas de la historia, calándome hondo, sensibilizándome como ningún tema de la FMDOS lo logra conmigo.) Ojalá pudiera cuantificar las horas invertidas pensándole, anhelando el futuro. Guau, manera de soñar cuando no se han tenido caídas ni tropiezos.

Yo no sé cómo hay algunos en el mundo que con todos los porrazos del amor aún pueden volver a creer con la misma intensidad. Yo sólo creo por primera vez (oh! Lucybell otra vez!).

Algunos cabos sueltos me van quedando, como P. Ella tiene hasta un aura simpática, es dulce, se le nota... ¡hasta me cae bien por fotos! Pero esta otra me cayó TAN MAL. Aunque algo hace bien: ser mi PERFECTA ANTÍTESIS. Quuueeeeé... asco...! creo yo. Todo repudio innato se incrementa: me cargan las de ese tipo en general, pero ésta me carga en particular. Y se supone que no es personal, con la P debería ser mucho más delicado... y no pasa nada.

Cabos sueltos... hechos para atarse tarde o temprano.

Vocablos desmerecidos

Hay musos que deben morir, pero aún agonizan.

Por culpa de algunas canciones asociadas a momentos y situaciones, me remonto al génesis de esta etapa de mi vida, que no fue hace mucho y que por eso me encanta... prácticamente aún lo estoy viviendo, el inicio, la partida, la gestación, el nacimiento.

Podría decir que hasta en el aire había una sensación distinta. Sabiendo que todo y nada puede ser, uno está allí, espectante.

Me acuerdo de la atmósfera llena de humo, del reggae, de la vez en que sentí que podía dejarlo todo botado para empezar de cero, como si hubiera lanzado una bengala de esperanzas al aire. Me miró distinto, yo andaba con una polera súper antropológica, todavía se podía salir con polerón, mi papá me pegó un call, silencio, yo usé el morral jipi para el bien, infinitos saludes, el jarro cervecero de Escudo inolvidable, el loco al lado, el susurro, el vodka afuera de la cartera, Ordóñez que lo veía todo mientras y yo no caché hasta como 2 semanas después, el pueblo Mapuche, otro salud, me hablan largamente de lugares septentrionales, un recho, las minas por su lado, muchos cigarros, él, súper tentador y yo no despertaba, después fue demasiada mezcla, me baja el cansancio, me pesa mi pasado pero yo japi no me hice atados, devuelvo todo en una parte que nadie sabe, bolsa bolsa, no recuerdo más pero sólo recuerdo que esa fue la primera vez que la oportunidad tentativa se me ofreció y yo quizás no supe responder, y por eso ahora perdí; o bien, está bien esperar a que el pozo se llene de agua y en volá en un futuro no tan lejano andemos mejor.

Me sigue fascinando esa polera mía, y esa polera tuya. Salud por eso.

viernes, julio 08, 2011

Nosabesquédesperdiciotengoenelalma

Y bueno... salud (gratis),dinero... chaochaochao.

Volví al Blog. Volví porque volver es parte de mis sellos, incluso con los peligros que todo eso convoca. Es como un llamado a viva voz para la muerte cuando una clama por el pasado preguntándose si realmente septiembre es un mes de no retorno, como dijo el Gallo, o bien, si se puede doblegar a las energías del cosmos y echar pa'trás todos los septiembres... los 4 septiembres que me separan de mis añoranzas.

Hoy me transporté a un lugar sin Facebook. ¡Qué maravilla! pienso a veces. Quizás de allí en adelante comenzaron las tragedias... no. Fotolog también hizo lo suyo en ausencia de la Gran Red Social. Bueno, digamos que transportarse a un lugar con menos venenos me hizo bien; pero este día también me hizo varios males. Hay retornos peligrosos, me repito.

En un lugar del tiempo en que cargaba con una propia cruz (oh! Lucybell!) quería morir, y cargar con cruces ajenas me hace escapar. Mira... piensa... si ya has cargado con lo tuyo, si ya te sentiste morir alguna vez, si reventaste en pedazos de húmedas estrellas, si estás saliendo adelante, si estás brotando bonita como una planta de marihuana, abriéndote paso de flor en flor, dime: ¿con qué fin? Una cruz ajena, en la mitad de la espalda... me siento egoísta, sabes? y por otro lado, no me siento responsable. No debería sentirme responsable.

Mirar atrás y sonreír. Logrado.
Mirar atrás y sentir sellado el pasado. Son procesos...

sábado, julio 02, 2011

19


Es probable que por culpa de esa tregua grande yo haya dejado de escribir por algunos días. Pero hoy, con una canción, de esas con clichés como "all i think about is you" me puse a recordar cuando en algún momento de este ciclo nuevo no podía sacarme a mi primera gran fijación de la cabeza.

Es bueno mirar atrás, saber que se hicieron cosas y, independientemente de si salieron bien o mal, poder sonreír al pasado. Quedamos los que pueden sonreír, dicen por ahí, los que saben de trova.

Es bueno tener de todo un poco en la vida: por eso quise hacer todo lo que pudiera anoche. Ya dejé el 2010, pasó el wetripantu... tenía que terminar de despedirme de una etapa telúrica... soltarla, dejarla ir.

Eso sí, no dejaré ir algunas cosas, como el sentido de la estética que me prohíbe dejar de mirarte, nazareno víctima de mis ojos. Puedo hacerme cargo de la verdad y no sangrar, porque hay otras cosas que mirar en la vida, más allá de tu belleza. Anoche había que mirar la noche, la noche que ardía toda sembrada de estrellas.

Anoche había que despedir y reencontarse, despedir y reiniciarse, despegar y afiatarse, desdeñar y apreciarse. Dicho y hecho.