La Cuarta Dimensión, con su Propia Relatividad

El tiempo. Todos hablan de él. Que nadie lo puede manejar, que es oro, que no hay que perderlo, que se escurre entre los dedos.
Yo me pregunto si es malo perder el tiempo, o si al final, se gana perdiendo un poco de él. También me pregunto si estoy perdiendo el tiempo aquí, ahora... cómo saber si el tiempo se pierde? qué pasa si a la larga estoy ganando?
Varias veces algunos episodios de la vida me parecen desperdicio de instantes valiosos, sin embargo a la larga han terminado siendo útiles para otras nuevas vivencias.
Paradojas de la existencia humana... quien sabe a donde me llevarán todas estas cosas.

Principio de Incertidumbre

Las cosas simplemente pasan. Para mí, está todo de una u otra forma "escrito" por ahí, quien sabe dónde. Desde hace un año más o menos puedo decir que en cierto modo, creo que las cosas van escritas en mi mano. Allí encontré un extraño signo hace algún tiempo. Un signo que advierte que alguien volverá; y es alguien que quiero que vuelva... claro está, si no, no aparecería marcado como una persona significativa en mi vida con quien mantendré una estrecha relación.
Por un lado esto me provoca esa incertidumbre, que llega preguntándose quién diablos podría ser, y peor aún, si será aquella persona que quiero que sea. Lo cierto es que será pronto; yo calculo entre los 17 y 18 años. (...) Acabo de notar que probablemente se forma un asterisco, lo cual se conoce como estrella, y advierte fama, fortuna y grandes éxitos mundanos. Pero si es una estrella, qué hace ahi? metida en el sector donde se ven las relacionse significativas? Todo esta muy complejo...
Algo que me llama particularmente la atención es que se ve claramente que esta persona lleva un tiempo extenso siendo "cercana" a mí, pero que estamos distanciados. Incluso después de juntarnos volveremos a esa distancia. También parece que somo simportantes el uno para el otro hace tiempo, pero estaremos juntos menos de lo que estaremos separados.

Espero estar interprentando bien esta linea. Y que vuelvas...
Pensé que este espacio sería un buen camino para empezar el dejo definitivo, pero lo único que puedo hacer es congelar mi corazón un tiempo... no más.

De lo simple a lo Complejo

Y yo estaba ahi... de repente apareció su nombre. Pasaban los minutos, que al parecer después de este hecho se alargaron. Yo seguía ocupada en mis cosas. No podía evitar mirar una y otra vez si el nombre seguía ahí... y seguía. Su persistencia era un pensamiento que me abombaba un poco la cabeza, que por lo demás ya me dolía desde hace un rato. Debía ser el calor. Pero ahí estaba, ahí seguía, y cada vez que yo volvía a mirar en la lista a ver si su nombre desaparecía, el nombre no se iba. El número de gente cambiaba, pero los que se marchaban eran otros. No dejaba de estar ahí... el último en la lista de los activos, que están ordenados según el alfabeto. Deseé que apareciera alguien con un nombre con U, V, W, X, Y o Z.
Llevas más tiempo ahi que de costumbre. Pero no importa. Sólo aproveché la novedad de este suceso para escribir alguna cosa y ver si se volcaba en algo de tipo artistico.

Una volada del momento. Es divertido a veces escribir sobre un hecho simple y complicarlo describiendo hasta el último detalle.

Lost

Supongo que en algun momento de la vida nos sucede a todos. Resulta ser una sensación extraña, de esas que se sabe que están ahí, que deambulan despacio por dentro del cuerpo sin ser capaces de identificarse. Yo tampoco sabía bien qué eran esas "cosas" que me producían molestia, incomodidad. Pero hace un tiempo logré darme cuenta de que la mayoría de las veces en que estas sensaciones desconocidas habitan mi interior son simples pérdidas de mapa o de fragmentos de mi propia humanidad: me siento perdida o que perdí algo, si... eso es, en algún momento perdí el rumbo o en algún momento perdí una parte de mí. Así es como un sentimiento extraño baila sin pareja al son de una música estresada que pasa por mi cuerpo.

Particularmente hoy, o bien recientemente, he perdido partes de mí... partes que no se donde van quedando; parece que al caminar se van cayendo fragmentos de algo que era mío, alguna característica, un rasgo, una viviencia. Lo más probable es que dejo esas partes de mias porque en algun rincón de mi mente se que tengo que soltarlas; son cualidades que en su momento fueron propias de mí, pero que hoy ya no sirven, o que no van acorde con la imagen que estoy construyendo. Cada día me estoy construyendo como persona, para salir al mundo y lograr mis metas.

Quizás esto de ir dejando cosas sea extraño, pero debe ser parte de la maduración, me imagino. De pronto el hecho de "dejar" aparece frente a mí como algo difícil. Es parte de mis muchas contradicciones, que yo tomo de manera positiva pensando que son "facetas" de mi personalidad. Me encanta lo nuevo, me gusta ser rupturista, me apasiona innovar y romper esquemas; pero hay ámbitos de la vida que me cuesta cambiar. Tengo claro que hay cosas que dejar atrás, que hay que soltar el pasado... no siempre es fácil. Hay cosas que se desechan y punto, pero otras que no, que son demasiado significativas.
De todos modos es necesario seguir, porque si no sigo, ¿cómo llegaré a donde quiero estar? Es como cuando yo le decía a una persona con baja autoestima: "pero, con esa actitud no llegas ni a la esquina de tu casa". Es exctcamente lo mismo en palabras más simples.

Es necesario perder, pero no en el sentido loser de la palabra. Se trata de "perder para ganar" como el reality de los obesos; estar perdido en uno mismo para volver a encontrarse... perder cosas para hallar algo nuevo y mejor.
Ceder no es perder...

Si todos se tiran del puente, yo...

No hay que confundir. Esta es una reflexión que tengo desde hace tiempo: lo habitual no es necesa riamente normal. Es relativamente fácil de explicar, y ahora que lo pienso es una idea que va media encadenada con esto que he mencionado antes, una más de mis reflexiones... esa de "¡la costumbre social nos lleva a hacer tanta estupidez!".
Incomcientemente respondemos a estereotipos que la la sociedad nos impone. Es una cosa de que te asignan un papel y te obligan a seguirlo. Cuesta librarse de esas etiquetas que los demás nos pegan en la cara, y hay muchas: el "conflictivo", el "desadaptado", el "mateo", el "payaso", el "carretero", el "alterado", entre tantas otras que abarcan ámbitos diversos.
Estos estereotipos que a veces seguimos sin percatarnos y que son tan comunes, no son necesariamente, los correctos. Quizás vayan -en algunos aspectos- en contra de alguno de nuestros principios o bien, simplemente no son lo que queremos ser. Es probable también que yo haya notado esto a mi al rededor porque claro, mi mundo está básicamente hecho de un núcleo familiar y una gran masa de adolescentes que están formando su carácter y su criterio.
Puede que la costumbre social que en este caso puede ser llamada "moda", sumada a los estereotipos, más la debilidad de carácter y la búsqueda de identidad hayan llevado a muchos de mis amigos a convertirse en pokemones, emos, seguidores de Jesús, en fin... pasaron a conformar las llamadas "tribus urbanas" que uniforman a mi generación, la etiquetan y le imponen una cierta costumbre social que se asume como "normal" cuando el término correcto debería ser "habitual".
A mi parecer va en contra del ser humano y de sus libertades personales el hecho de etiquetarlo y uniformarlo. Sin embargo, paradójicamente, la sociedad nos pone estos estereotipos que se asumen como normales y que todos debiéramos seguir. Espero que el término "normal" se siga aplicando para quienes no tenemos tribu, para los que no llevamos etiqueta. Ojalá no pase a ser un día el término que defina a estos frutos de las imposiciones sociales.
Algún pokemoncillo por ahí me podrá decir "defínete" pero yo, lejos! prefiero seguir siendo un híbrido, una persona completa, y no un producto prefabricado por la influencia de los medios de comunicación y la famosa "costumbre social".

Percepción, Imaginación... y algo de Intuición

Sí, debí escribir ayer, pero en fin... nada de rodeos. Ya que comenzó el 2009, y que es un nuevo año donde todo empieza otra vez, es bueno mirar adentro y hacer algo de aseo introspectivo. La primera satisfacción que tengo es haber mirado el 1er amanecer del año. Bueno, técnicamente no vi al Sol salir por los cerros... ¿los culpables? los techos de un par de casas vecinas que también una vez me impideron sacar fotos a la Luna. A pesar de todos los techos y cañones de chimeneas, pude notar como el cielo aclaraba lentamente y el progresivo apagar de las luces allá afuera.
Todo hermoso. Todo majestuoso. Cuando aparecen cosas así ante nuestros ojos -aunque sea parcialmente- está mas que claro que no podemos perderlas de vista. Y las partes que nos están impedidas de ver por causa de factores externos, las completamos con la imaginación, para así formar el "todo" de dicha imagen.
Es un poder maravilloso, sin duda. ¿podrá suceder con personas? Sucede a veces. A veces queremos completar a alguien... sucede. Uno puede resistirse a la belleza, no así al encanto. Pero claro, un ser humano está compuesto de muchas cosas. (Pudiera abordar aqui muchos aspectos en relación al ser humano y sus cualidades, como también a las posbilidades de la percepción, pero tendría que explayarme demasiado así que lo dejaré para otra vez). Creo que observando y analizando objetivamente, puedo conocer entre un cuarto y un tercio de la personalidad exhibida -es decir, la que persona muestra al mundo-. Quizás la influencia de encanto y algunas habilidades esotéricas me han ayudado. Creo haber dicho una vez también, que la mayor parte de las veces acierto al enunciar una primera impresión. No sé si les sucede a todos, pero a mi me funciona bastante bien. Ahora, lo divertido sucede cuando ese encanto magnético de la persona en cuestión crea, muy a su manera, ciertos "lazos". No sólo puede resultar maravilloso contemplar el simple encanto de otro: el círculo se completa con la reciprocidad, con la contemplación mutua y en fin, la mirada de "yo también". He aquí una percepción parcial donde la imaginación puede intervenir creando ideas confusas, sin embargo el elemento imaginativo podría ser buen aliado de una dosis de intuición, ese "sexto sentido" que algunos tenemos o que nos nace de repente; muchas veces en la situación precisa. Es necesario tener los pies en la Tierra para no caer en la exageración.
Fue hace tanto que se puede pensar que no suelto el pasado. Pero lo siento mucho. No puedo dejar una intriga botada hasta que no la desenmascaro bien. Hoy, que el ser del encanto magnético aparece ante mí como alguien afable, y que ante el mundo es muchas veces de lo peor; me quedo al fin tranquila. Tuve una de las mejores partes de su ser... probalemente un lado que pocos conocen.
No me siento cargado una mochila. Más bien me llevo una maleta con ruedas ¿y qué hay adentro? una buena cantidad de lecciones, que no olvidaré en el futuro. Todo gracias a mi particular forma de percibir.