No hay que confundir. Esta es una reflexión que tengo desde hace tiempo: lo habitual no es necesa riamente normal. Es relativamente fácil de explicar, y ahora que lo pienso es una idea que va media encadenada con esto que he mencionado antes, una más de mis reflexiones... esa de "¡la costumbre social nos lleva a hacer tanta estupidez!".
Incomcientemente respondemos a estereotipos que la la sociedad nos impone. Es una cosa de que te asignan un papel y te obligan a seguirlo. Cuesta librarse de esas etiquetas que los demás nos pegan en la cara, y hay muchas: el "conflictivo", el "desadaptado", el "mateo", el "payaso", el "carretero", el "alterado", entre tantas otras que abarcan ámbitos diversos.
Estos estereotipos que a veces seguimos sin percatarnos y que son tan comunes, no son necesariamente, los correctos. Quizás vayan -en algunos aspectos- en contra de alguno de nuestros principios o bien, simplemente no son lo que queremos ser. Es probable también que yo haya notado esto a mi al rededor porque claro, mi mundo está básicamente hecho de un núcleo familiar y una gran masa de adolescentes que están formando su carácter y su criterio.
Puede que la costumbre social que en este caso puede ser llamada "moda", sumada a los estereotipos, más la debilidad de carácter y la búsqueda de identidad hayan llevado a muchos de mis amigos a convertirse en pokemones, emos, seguidores de Jesús, en fin... pasaron a conformar las llamadas "tribus urbanas" que uniforman a mi generación, la etiquetan y le imponen una cierta costumbre social que se asume como "normal" cuando el término correcto debería ser "habitual".
A mi parecer va en contra del ser humano y de sus libertades personales el hecho de etiquetarlo y uniformarlo. Sin embargo, paradójicamente, la sociedad nos pone estos estereotipos que se asumen como normales y que todos debiéramos seguir. Espero que el término "normal" se siga aplicando para quienes no tenemos tribu, para los que no llevamos etiqueta. Ojalá no pase a ser un día el término que defina a estos frutos de las imposiciones sociales.
Algún pokemoncillo por ahí me podrá decir "defínete" pero yo, lejos! prefiero seguir siendo un híbrido, una persona completa, y no un producto prefabricado por la influencia de los medios de comunicación y la famosa "costumbre social".
Incomcientemente respondemos a estereotipos que la la sociedad nos impone. Es una cosa de que te asignan un papel y te obligan a seguirlo. Cuesta librarse de esas etiquetas que los demás nos pegan en la cara, y hay muchas: el "conflictivo", el "desadaptado", el "mateo", el "payaso", el "carretero", el "alterado", entre tantas otras que abarcan ámbitos diversos.
Estos estereotipos que a veces seguimos sin percatarnos y que son tan comunes, no son necesariamente, los correctos. Quizás vayan -en algunos aspectos- en contra de alguno de nuestros principios o bien, simplemente no son lo que queremos ser. Es probable también que yo haya notado esto a mi al rededor porque claro, mi mundo está básicamente hecho de un núcleo familiar y una gran masa de adolescentes que están formando su carácter y su criterio.
Puede que la costumbre social que en este caso puede ser llamada "moda", sumada a los estereotipos, más la debilidad de carácter y la búsqueda de identidad hayan llevado a muchos de mis amigos a convertirse en pokemones, emos, seguidores de Jesús, en fin... pasaron a conformar las llamadas "tribus urbanas" que uniforman a mi generación, la etiquetan y le imponen una cierta costumbre social que se asume como "normal" cuando el término correcto debería ser "habitual".
A mi parecer va en contra del ser humano y de sus libertades personales el hecho de etiquetarlo y uniformarlo. Sin embargo, paradójicamente, la sociedad nos pone estos estereotipos que se asumen como normales y que todos debiéramos seguir. Espero que el término "normal" se siga aplicando para quienes no tenemos tribu, para los que no llevamos etiqueta. Ojalá no pase a ser un día el término que defina a estos frutos de las imposiciones sociales.
Algún pokemoncillo por ahí me podrá decir "defínete" pero yo, lejos! prefiero seguir siendo un híbrido, una persona completa, y no un producto prefabricado por la influencia de los medios de comunicación y la famosa "costumbre social".
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