martes, noviembre 23, 2010

What About You?

Mira qué es lo que pasa cuando te toca a tí. ¿Todo es muy distinto, verdad?

Me han cambiado las cosas y tal vez yo sin notarlas. Quiero tocar guitarra, como sentía antes la necesidad... como en aquellos años. Quiero botar el dolor, reventar y ah, me dicen distimia y yo, sí, puede ser, pero... ¿y si tiene que ver con esto? Voy tanto al baño! y no es que haya empezado a tomar mas líquido por el verano...


Qué pasa cuando a tí te llega, de cerca un tema. Si tengo miedo o ganas de chocolate, todo convergerá en lo mismo. Entonces habrá que tomar las riendas de los asuntos: yo estoy aquí, ahora, y al nuevo año ad portas habrá que hacerle frente... aunque yo tenga capacidades, aunque tenga aptitudes, aunque tenga todo el camino por delante...

Habré de frenar, porque por una vez no fui capaz de frenarme. Y qué sabía yo!!? me pregunto/reprocho ahora mismo.

Perdoname. Yo sé que tú no tienes culpa alguna.
Si vienes yo te recibo ;)

O si te espero?

Que me perdone el autor/a, pero no recuerdo su nombre ni el de la obra. Sólo se que pueden verla en artistasallimite.com

Puede que él me tenga la vara muy gruesa.
Pero Usted siempre me ha dejado la vara más alta...

No se haga el despierto, Usted no sabe de qué estoy hablando...

sábado, noviembre 20, 2010

Treinta de Noviembre

¿Qué va a pasar?

Y aunque todo salió maaal... voy a llorar, de felicidaaaaad (8) me dicen los Fother Muckers.
Yo digo que tal vez esa sensación se corra para el día 26.
Mi memoria dice que se anclará por siempre y para siempre a ese recuerdo, sin perjuicio en ella al conservarlo.
Mi corazón dice que no puede botar un sentimiento tan puro como aquel, sin perjucio o daño al sentirlo.
Mi instinto dice que no podría pasar nada distinto.

Mi razón ya sabe que esto es parte de una etapa hermosa, que se está despidiendo... igual que el rincón de fumadores que se fue con la Generación 2010.

Padecer


Con metáforas me describí jugando a ser plañidera por mucho tiempo. Y resultó que este rol que empecé a ocupar desde que caí en la más constante y profunda de mis tristezas a fines de 2007 se volcó en una patología.

Así es, me diagnosticaron Distimia; uno de los trastornos del ánimo más comunes... ese bajoneo permanente que no es tan pronunciado como para que todos se den cuenta de que lo tienes. Hasta yo misma subestimaba mis penas, porque clarísimo tenía que no era depresión. Sin embargo a veces, ¡me inunda tanta tristeza! Y me la pasé creyendo que jamás me pescarían en mis desalientos porque no eran enfermedad ni mucho menos eran graves.

Ahora necesito terapia. El doctor siempre cree que necesitas medicamentos. Pero yo quiero mi terapia: hablar, hablar, hablar y finalmente reorientar mi postura frente a la vida.

Está bien, con los pesos a cuestas y todo lo demás, me sigo haciendo cargo de mi vida, porque tengo que responder en ella... y bueno, me las arreglo como puedo. Averiguando en internet descubrí que eso es propio de mi trastorno; igual que alejarse paulatinamente de los "amigos". Yo me observo y a veces entre hablar o socializar, estos últimos días sobre todo, he preferido estar calladita, retirada... piola. Tan piola...

El único que me soporta así es el que está a mi lado. Como ese día en que por pena no fui a clases.

De dónde viene esa tristeza? me he estado preguntando hace días, desde que noté que tenía los pulgares para adentro.

Como tú.

martes, noviembre 16, 2010

Remezón

No mami, no es el tembleque. Es cuando te pegan un combo en la mollera y descubres que algo había estado ahí sin que lo notaras. Un suspirito quizás... te debe estar permitido. Nos empezamos a preguntar si las cosas fueron o no fueron; si habrá lanzado con intención esas palabras jocositas que sabe bien hacer.

Y si las cosas fueron o no fueron es más principal. Por los rumores del viento, la noche, el Sol y la teoría de los Seis Grados de Separación, has sabido, mami, que las cosas fueron. Factores por los que tomamos caminos tangenciales SOBRAN y ya no vale la pena discutirnos, ¿verdad?

Lo único, a mi jucio, que debe interesarte ahora, es que la justicia divina caiga sobre los hombros de quien se lo merece. Tú ya viste...

... sólo tenías que esperar.