Haciendo Fluir

Envuelta, dependiente... escucho a Acuario diciendome que no me rinda, que no crea que siga, pero que finja, que mienta. Y Leo, lo hago callar porque quiere correr, correr y ya no lo escucho; me pierdo, avanzo, retrocedo, paro, sigo, me lanzo a la aventura. Recrimino, finjo temor, entro, salgo, me acerco, destruyo, corrompo, enciendo y hago reventar; luego congelo o abandono. Soy fiera, quiero ser, quiero mezclar todas mis bestias y estallar sólo en una. Quiero correr, imaginar, soltar muchas palabras... dejar de sólo pensar y no comunicar, pero... ¿de qué depende? ¿a qué debo esperar para que se pueda? Tengo claro que no todavía, que no es preciso aún, sin embargo ¿cómo? ¿cómo voy a saber cuándo?

Preguntas... y sin respuesta. Generalmente llegó al blog con las incógnitas resueltas, pero el enigma no acaba aún.

Doubt

A veces parece mentira; no sé que pensar. De pronto me entra una consternación en los huesos y me quiero pellizcar o tirar del puente (esta frase no me pertenece) para comprobar si es cierto.

¿Por qué? Tengo las cosas claras: un capítulo cerrado, otro que se está abriendo; sin embargo las secuelas del pasado me persiguen aunque esté mas que sellado. ¿Por qué tanta repercusión?

En la teoría ya sé cómo es, pero hace falta la práctica.

Demuéstrame que se puede volver a empezar.

Skin & Bones

Demasiada piel atravezando la profunda imaginación de la mente. Demasiados huesos prohibidos apuntalando un ser desprevenido.

Eso no más.

Vorágines

Conozco tu mano y la siento mía, dijera la Fran Valenzuela. Esta es mi mano y la de abajo, la de mi amor.

Conocí esa palabra con el poema de Félix Reyes Pacheco que tengo puesto en un lado del Blog; y expresa, definitivamente lo que sucede ahora. Supongo que de todo esto surgirán otra vez los poemas y la era creativa podrá florecer con una nueva razón que se suma a las anteriores.

Hay cosas que deberian perpetuarse... los instantes en que miles de bestias atacan contra las cerradas puertas del corazón se sienten como cañonazos de las 12 hablando de la hora del Cénit, de la apertura, de resetear el cántico del alma; en fin, de cosas semejantes que ya se vivieron pero que no se comparan con este magnetismo -si bien nuevamente inexplicable, like once (léase laic guanz)- único entre dos historias que por arte de magia y de quién sabe qué razones mísitcas han encontrado motivos para iniciar una ruta salvaje juntas.

Hace poco dije que quería volver a hinchar mi corazón, que se hinchara de libertad, de plenitud. Lo dije esa vez que escribí sobre la película Into the Wild.

Hoy mi corazón se hincha de un nuevo "tú".
Y el beso, como dijo Vicho "hincha la proa de mis labios"

Astros

Ahora tuve una conversación interna con mi Signo Lunar, el determinante a la hora de las emociones, el que entrega información y ejerce poder considerable en la manera de sentir.

Me estaba diciendo: "raya la cancha! pon las cosas en orden! haz tu voluntad!". Así es Leo; dominante, pasional, egocéntrico tal vez, le gusta brillar, llevar la batuta... es también muy sensible a los elogios.

Por suerte un leve empujoncito dio pie a la apertura de un camino fundamental. Y Leo se calló de una vez por todas.

Con Acuario quiero seguir conversando siempre. Su espíritu de libertad es un cable a Tierra.

Crédula

Estuve conversando con esa parte de mí que corresponde a mi signo ascendente y me dijo que había caído, que había renunciado a muchos de mis principios, que pronto saldría corriendo, escapando a la ansiada libertad.

"¡Crédula!" fue el primer grito de alerta que me dió. Yo no quise oír.

No mucho, supongo. Mi pequeño pedazo de acuario se ha pronunciado respecto a la nueva situación.

Números v/s Letras

Si no fuera de letras, es muy probable que no tendría un blog; a menos que fuera una suerte de revista científica o algo por el estilo [guácala D:], lo cual, está MAS QUE CLARO que no tiene nada que ver conmigo.

Con este enfrentamiento que estoy planteando ahora, recuerdo el taller de Artes Visuales de a fines de 2007; cuando la Fabi construyó un muñeco con CD's y le pegó números... números por todas partes! Y cuando le preguntamos porqué contestó algo como: "No sé, desde chica que me gusta ver números... las letras nunca me gustaron".

Comprendí entonces lo inherente a los seres humanos que son las pasiones particulares. A mí siempre se me dieron las letras... escribir me salía de adentro y fluía con naturalidad; cualidades intrínsecas de cada cual, supongo.

Si hablamos de tiempo y espacio, prefiero medirlos siempre en momentos, sensaciones y experiencias. Ni ahí con los números.

Es mejor "no saber contar".

Telúrico

Supongo que TENGO que escribir... mal que mal la situación lo amerita. La imagen que encabeza esta entrada la tenía guardada hace días... y ahora me pregunto si mi subconciente o mi sexto sentido pitoniso sabía algo de todo esto; como si hubiese leído el cielo, la Tierra, el Universo.

Es como lo escribí una vez... siempre se sabe cuando un temblor de aquellos va a invadir nuestras tierras. Se oye como un cántico sordo por debajo de las placas tectónicas, va mucho más allá y es tan sublime que sólo aquellos que deben saber lo sienten, lo escuchan.

Bien dijo Huidobro: "sólo deben hablar aquellos que tienen el corazón clarividente". El temblor habló; y lo que dijo se manisfestó en este pequeño manantial estallando (¡Como el tema de Casino! "Para Estallar"... apareciste para estallaaaaaar ♪).

La hora me pide que cierre los ojos, el cerebro que abra las ventanas, las letras que las eche a volar... y la pasión de seguir escribiendo me atormenta felizmente. La situación lo amerita: CREER, SEGUIR.

Ayudamemoria

Hay cosas que no se pueden olvidar, por mucho que la situación haya cambiado repentinamente. Me estoy escribiendo esto para no olvidar mis principios de libertad, de tal forma que un cambio de dirección en los hechos actuales no me afecte demasiado, si llegase a ocurrir

Todo esto es un supuesto; porque hasta ahora voy bien, el tema es que SIEMPRE hay cosas que no dependen de mí, y son esos factores externos los que me tienen bailando en la cuerda floja. Eso sí, jamás se me ha olvidado respirar profundo :)

Es divertido mirar atrás (¡y tampoco es tan TAN atrás!) para ver que mis planes eran totalmente distintos a los actuales. Por lo mismo, no dejo de tener miedo; sí lo reconozco: es que de pronto me encontré mirando las cosas con una perspectiva diferente, que no esperaba tener sino dentro de un largo tiempo. Hay cosas que van demasiado rápido, cosas en las que no puedo creer, cosas que me producen una desconfianza consierable :/

Quiero que mi intuición se esté equivocando, que se esté nublando por culpa de cualquier cosa externa (miedo, pasado, heridas, inseguridad), pero que no sea cierto este mal presentimiento. Tampoco quiero olvidarme de mis leyes más fundamentales.

De acuerdo a ellas, esto tendría que funcionar.

Orgullo y Prejucio (Parte II)

Sin interludio de libertad. Eso será tema aparte.

Comenté que había roto mis prejuicios hace unos años y que eso me había traido muchísimo aprendizaje; sin embargo, el camino del conocimiento es largo. Tengo la sensación de que nunca acaba, lo que resulta maravilloso.

Como ya dije, y escuché por ahí: "no hay que perder la curiosidad ni la capacidad de soprenderse". A mi juicio eso es propio de una vida plena.

Ahora entré en un nuevo proceso de la ruptura de las ideas preconcebidas acerca de los demás, y lo rico es que no entré sola: mi madre está pasando por lo mismo y lo encuentro una maravilla que a su edad (tampoco es tanta pero son 30 años más que me lleva de ventaja) todavía pueda sorprenderse con cosas simples y que, a través de eso, se acerque un poco más a mi visión de la calidad de los seres humanos.


Esa calidad no tiene nada que ver con el bolso artesa, con el chocopanda, el tatuaje, el piercing... o en su caso particular, con el moñito del Hippie que sentó cabeza sin olvidarse de lo que fue.
Qué bonito verla descubriendose a través de otro, qué bonito verla haciendo cambios, forzando el rupturismo, ayudando a que otros seres humanos desarrollen sus propias alas.

Hoy mi viejo no está en casa, y desconozco su paradero, igual que la vez anterior. Sin embargo, la segunda vez duele menos, dicen por ahí. Yo sé que él también está tomando un mejor rumbo y que lo amo incondicionalmente como prometí que lo haría con mis dos padres, por siempre.

Intuyo que frecuentaré Osorno más que antes.

Las Certezas

Después de todo proceso y de ese cambio difícil -¡cómo me costó!- hay cosas que me constan: la primera es que se puede volver a empezar con una buena dosis de paciencia y constancia.

La segunda es que, es muy probable que vuelva a ser intensamente feliz y me sienta realizada cuando tenga otra vez la confianza para tomar la mano de alguien más, que no sea Usted.

Y la tercera, pero no por eso menos importante, es que seré aún más feliz cuando salga por las calles con ese alguien de la mano y te vea... a tí también con una nueva compañía. Espero que ese día nos sonríamos al vernos pasar, en vez de evadirnos como lo hicimos en nuestros peores tiempos.



Nada de esta felicididad futura quita que esté feliz en este momento :)
A corazón abierto.

Con Cuello

Sí, muchos nos quedamos con cuello anoche porque esperábamos el pulento dancing y la fuckin' lluvia nos hizo cancelar todo plan. Una pena también, no haber hecho algún carrete post recital con esas amigas loquillas que me ayudan a estallar en calma.

Me pican las patitas por salir a bailar.

Carolina Díaz, tú que me inspiraste con tus pasos, ¡esta entrada va para tí! Yo no me luciría hoy por hoy si no fuera por esa pasión que me contagiaste :)

Por Costumbre (Parte II o no?)

Ha pasado el tiempo, y no sabes a quién mirar, quién te pueda ayudaaaar. Así dice la canción de Solar, que comparte título con esta entrada.

Me voy a salir del pc; es malo estar acá enfrentándose a situaciones desesperantes. Mejor salir fuera, relajarse, escapar con la mente a otro lugar. (Creo que quiero cigarros... mañana temprano saldré a comprar).

Escaparé con el arte, que es lo que llena profundamente mi ser. Mientras me mantenga ocupada me libraré de esos malos hábitos (...). A veces es más sano que no existan, pero son un mal necesario.

Por favor, no me habitúes a tan lindos gestos, que de pronto cuando me faltes se me desgarrarán las entrañas.

Lluvia

Estamos a 6 de febrero y llueve a cántaros como si estuvieramos en Julio. Son estos los momentos en que quiero tener café, sopaipillas, buena música y una buena compañía.

Entre una Estrella y Dos Golondrinas

Así dijo Altazor antes de tomar su paracaídas e iniciar el viaje en su descenso por "el Unipacio y el Espaverso".

Si soy honesta, pese a que siempre alabo a Vicente Huidobro porque su poesía estimula mi creatividad, debo reconocer que no comprendo bien esta metáfora; como me costó entender cuando explicaba que su madre "tenía cabellos color bandera" (¡Qué hermosura de verso!).

Simplemente asumí que esa frase es parte de cualquier nuevo comienzo, como una arenga que se lanza en circunstancias cruciales.

He tomado, entonces, mi paracaídas y he dicho: "Entre una estrella, y dos golondrinas".

La Palabra

Debo haberme referido a este tema antes, bien se sabe que cada vocablo para mí es clave en la comunicación, la expresión, la apertura y la fantástica salida a toda marcha de aquello que es impulsado por las profundidades de cualquier alma honesta.

Sin embargo, cosido a mi valorización de la palabra, esta el ODIO por la omisión de algunas que me parecen importantes.

Hola, venía a decir que me enferman los hueones mentirosos o que ocultan cualquier mierda. Mínimo un poquito de honestidad, ¿no?

Radiografía de un Proceso

Sin resistirme, permito que germine en mí de nuevo aquel sentimiento, sin importar cuánto pueda llegar a doler al final (o incluso en este mismo principio); sin temer demasiado -sólo lo justo y necesario-, sin pausas, sin demasiados presagios o vaticinios esotéricos, sin muchas espectativas concretas, sin... esa infinidad de cosas que devinieron finalmente en una catástrofe casi fatal.

Vengo con esa fuerza interior que antes no poseía, con esa cicatriz que me recuerda un pasado que importa, que se ausme y no se olvida; con una actitud positiva, con una sonrisa en el rostro, con el corazón un tanto cerrado pero siempre en pro de florecer.

Los pasos cortos, lentos, aunque firmes y seguros.
La mente clara y despierta.
Los ojos grandes y abiertos.
Las manos extendidas, y tranquilas.
El corazón hinchado de optimismo, las venas ardiendo, los latidos aumentando su velocidad.

Es maravilloso, es... mágico; estoy viendo como germina la semilla, crece la planta, se abre la flor; y lo mejor es que ahora, con este poco más de madurez adquirida he tomado conciencia plena de todo este proceso.

Gracias Juan, gracias vida, por las chances.

Ambivalente

La moneda que tengo en las manos tiene dos caras: una se llama Amor y la otra Desamor. Es fuertísimo sostener, en una sola y misma mano, dos situaciones tan divergentes, que se contraponen y que provocan efectos 100% distantes el uno de otro.

No sé bien cómo sentirme al respecto. Yo, sí, estoy bien. Como se trata de volver a empezar, debo reconocer que me cuesta mucho retomar esa confianza de antaño y partir sin miedos; sin embargo estoy yendo paso a paso, sin apuros, mirando a mi al rededor, con las precauciones de no cegarme y más que nada en términos generales, de no repetir aquellos errores que me trajeron tanto dolor y tan eterna carga para mis jóvenes hombros en una pasada ocasión.

Prefiero disfrutar de esas pausas e ir saboreando pacientemente todo eso que se va gestando en las entrañas, como si mirase a la semilla germinar, a la planta crecer, a la flor abrirse de par en par. Es una maravilla inquietante saber que algo está creciendo y que no se sabe hasta donde llegará.

¿No te pasa que, pese al poco tiempo, ya me extrañas? A mí me sucede a ratos, y eso no pasa con cualquiera.

El problema es que ahora estoy tomando conciencia de la otra cara: el Desamor. Tengo unas tremendas sospechas de ser parte de uno y lo último que quisiera es causar en alguna persona el mismo daño que a mí me hicieron. Ya viví tanto dolor, tanta angustia, tensión, ansiedad, tristeza, amargura... ah, me sentiría una desgraciada infeliz causandole algo así a alguien.

Se que no tengo la culpa; que su corazón se enfocó mal incluso sin querer. En cuanto al mío... lo lamento... CERRADO POR REPARACIÓN.