OOOOHH GUACHITO CARNÚOO!!

Sí, el "hombre perfecto" el de la mirada penetrante. La fuente del arte

Fue la primera impresión. Los vocablos atascados en mi boca salieron con total soltura, innatos; cómodamente salieron a abrirse paso a la libertad.

Iba el hombre que dejó de ser hombre y pasó a ideal, con la barba de trasnoche, con una polera morada, con el buzo de siempre. Montado en la bicla, por la vereda se cruza; y yo que aún me terminaba mi manzana dije lo que sentí.

Porque sí, eso fue todo lo que sentí: mi alma no se elevó, no me sublimé, no volví a sentirme rejuvenecer; al contrario, lo que veia era terrenal y carnal... su cuerpo forjado como Muso se abría paso entre la gente, con sus aires de hermosura y precisa estética, rasgos que simplemente pueden despertar una humana tentación en mi ser. Incluso tuve que rebuscar la mirada para hallar los detalles de antaño que me hicieron vibrar como la primera y la última vez.

Sin embargo el cambio de emoción poco importa: aquí está la inspiración, acá esta otra vez uno de mis mejores escritos. De Usted nacen las palabras y brotan porque finalmente se quedó como mi Muso, es eso y no será más, tampoco esa función la cumplirá otro; es mi modelo, es mi arte, es todas las cosas y toda la belleza en su clímax. Yo sólo erré al amar esos ojos y pretender que ellos me amarían eternamente...

Eternamente.

Ya no importa demasiado, dije. Ahora los roles se aclararon. Que yo enaltezca su belleza no implica que lo quiera a mi lado. Nada puedo decir en contra de lo que hoy tengo a mi lado.

Usted, Muso, ahora y siempre; dador del arte y de la sabiduría para enfrentar al amor de aquí en adelante.
Infinitas Gracias.