jueves, julio 15, 2010

Creer


... "siempre está de más" dice la canción de Golem, que lleva el mismo título.

Creer... ¿A quién le tengo que creer ahora? A mí, a la historia, al pasado, a las runas, al destino, a los amigos, a la familia, a la moral, a la ética, a la palabra...
La última vez que tomé una decisión seria fue hace unos 6 meses. Me abastraje del mundo por 4 días, me dediqué a leer, a respirar profundo y pensar. Amaba a alguien; habían razones para tomarse todo con calma. ¿Ahora debería hacer lo mismo?

Creí estar inspirada, pero me trabé. Me trabé porque hay gente en la mitad del camino. El navío se tropieza con las olas, y cada palabra del pasado lo azota más, como si quisiera aprovecharse de los vaivenes para hacerlo caer. (Uff, menos mal, sí había algo de inspiración...). Si caigo quiero caer por mi cuenta, no por zancadillas, ni por confusiones.

No creo, no creo, no creo. Ese es mi gran problema: necesito que me proporcionen confianza, estabilidad, seguridad. ¿Pero cómo puedo tenerla antes de? Si hay algo seguro es que para saber hay que probar, y eso en todo orden de cosas. ¿Debería probar? ¿Y si fallo? Bueno, algo habré aprendido.

Obligada a seguir mi instinto.
Fiel ante lo que me hace vibrar... y justo cuando había comprendido el Carpe Diem!

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