Cuento "corto": mi alumno de guitarra tiene 13 años, está en 8avo Básico, terminando el colegio en el mismo lugar donde lo hice yo. A la vez yo estoy terminando otra etapa del colegio aún más radicalmente, porque cambiaré la onda por completo y mi U será mucho más distinta a las otras Ues de mis compañeros y amigos. No cualquiera elige una carrera tan alternativa como Licenciatura en Artes.
Una vez más, el es una P en mi vida: se llama Patricio, sí, como mi viejo y mi vieja y como su vieja también jajaja; él escucha mucho Greenday mientras yo dejé ese grupo hace años, porque cambiaron, me gustaban más en el Dookie, los escuchaba con la Vicky... los escuchaba con la Vicky...
Por esa razón busqué Wake Me Up When September Ends y ya es la 3era vez seguida que la escucho. Recuerdo haber sacado ese riff del inicio, haber estado en casa de la Vicky, haber escuchado a la Tía Eliana contar cómo el Alonso empezó a rayarse con esa canción... cuando el Alonso... uhm, debe haber tenido la edad que la Vicky y yo tenemos ahora. ¡Qué ganas de que en nuestros días saliera música como esa! Ya son pocas las bandas que me sorprenden con trabajos nuevos.
Recuerdo haber ido, durante ese 2005, varias veces a la casa de esa amiga... haber jugado en Minijuegos.com, haber hecho un trabajo con la Pamela cuando los días estaban alargando. Volvimos a las 9 a nuestras casas que quedan súper cerca y el color de ese cielo lo tengo en la mente, porque allí fue cuando la Pame me explicó algo que en 2007 no pude recordar acerca del cielo con rayitos rojos. En mi frágil memoria quise suponer que era presagio de felicidad; sólo porque en noviembre de 2007 tenía una cosa metida entre ceja y ceja. A los años más tarde supe que simplemente haría calor al otro día.
Tengo miles de millones de recuerdos en la cabeza. Me pregunto si después de pasar por la Universidad, el trabajo, la bohemia, la casa, la familia, los amigos en fin, si después de pasar por la historia de mi vida... cuando acepte que me arrugué (ojalá sólo de cuerpo y no de espíritu), cuando ya no pueda hacer street dance ni danza árabe... ¿Iré a tener espacio en la memoria para recordar todo esto? ¿para mirar atrás y decir "fui feliz"? ¿Podré acuñar todo eso y llevármelo a otra existencia? ¿Podré conservar cada detalle de cada cosa? Se que el Blog me esta ayudando en esta historia, me ayuda a plasmar las cosas... pero, ¿Y si Blogger desaparece? ¿Y si Internet desaparece? Y si aun traspasando todo a papel viene la guerra o un flagelo y todo se hace pedazos, mi memoria tendrá la más grande de las tareas.
Quiero poder llegar hasta el final con todas las cosas, pero más que nada aprovecharlas cada día, mirarlas en forma de momento, en forma de AHORA; no en forma de recuerdo ni en forma de AYER hasta que no sean propiamente ayer.
Sí, el Pablo tenía razón: más importan los momentos que el tiempo. Ayer me dí cuenta cuando nos acordamos de Juanelo con la Flora mientras ibamos en la micro, porque llegando a mi casa noté que he pasado mucho más tiempo en el Liceo sin Juanelo que con él (¡sólo 1/4 del tiempo total o quizás menos!) pero es uno de los recuerdos que le da toda la sazón a la época secundaria... y eso porqué? porque pesaron más los momentos - por su intensidad y significado- que el tiempo por su simple e inhexorable paso.
No voy a permitir que un burgués con su auto gris y su cara de cinismo eche a perder mis momentos con la evasión de sus culpas.
Seguir adelante es la consigna, y disfrutar todo tanto en el AHORA como en el AYER.
Una vez más, el es una P en mi vida: se llama Patricio, sí, como mi viejo y mi vieja y como su vieja también jajaja; él escucha mucho Greenday mientras yo dejé ese grupo hace años, porque cambiaron, me gustaban más en el Dookie, los escuchaba con la Vicky... los escuchaba con la Vicky...Por esa razón busqué Wake Me Up When September Ends y ya es la 3era vez seguida que la escucho. Recuerdo haber sacado ese riff del inicio, haber estado en casa de la Vicky, haber escuchado a la Tía Eliana contar cómo el Alonso empezó a rayarse con esa canción... cuando el Alonso... uhm, debe haber tenido la edad que la Vicky y yo tenemos ahora. ¡Qué ganas de que en nuestros días saliera música como esa! Ya son pocas las bandas que me sorprenden con trabajos nuevos.
Recuerdo haber ido, durante ese 2005, varias veces a la casa de esa amiga... haber jugado en Minijuegos.com, haber hecho un trabajo con la Pamela cuando los días estaban alargando. Volvimos a las 9 a nuestras casas que quedan súper cerca y el color de ese cielo lo tengo en la mente, porque allí fue cuando la Pame me explicó algo que en 2007 no pude recordar acerca del cielo con rayitos rojos. En mi frágil memoria quise suponer que era presagio de felicidad; sólo porque en noviembre de 2007 tenía una cosa metida entre ceja y ceja. A los años más tarde supe que simplemente haría calor al otro día.Tengo miles de millones de recuerdos en la cabeza. Me pregunto si después de pasar por la Universidad, el trabajo, la bohemia, la casa, la familia, los amigos en fin, si después de pasar por la historia de mi vida... cuando acepte que me arrugué (ojalá sólo de cuerpo y no de espíritu), cuando ya no pueda hacer street dance ni danza árabe... ¿Iré a tener espacio en la memoria para recordar todo esto? ¿para mirar atrás y decir "fui feliz"? ¿Podré acuñar todo eso y llevármelo a otra existencia? ¿Podré conservar cada detalle de cada cosa? Se que el Blog me esta ayudando en esta historia, me ayuda a plasmar las cosas... pero, ¿Y si Blogger desaparece? ¿Y si Internet desaparece? Y si aun traspasando todo a papel viene la guerra o un flagelo y todo se hace pedazos, mi memoria tendrá la más grande de las tareas.
Quiero poder llegar hasta el final con todas las cosas, pero más que nada aprovecharlas cada día, mirarlas en forma de momento, en forma de AHORA; no en forma de recuerdo ni en forma de AYER hasta que no sean propiamente ayer.
Sí, el Pablo tenía razón: más importan los momentos que el tiempo. Ayer me dí cuenta cuando nos acordamos de Juanelo con la Flora mientras ibamos en la micro, porque llegando a mi casa noté que he pasado mucho más tiempo en el Liceo sin Juanelo que con él (¡sólo 1/4 del tiempo total o quizás menos!) pero es uno de los recuerdos que le da toda la sazón a la época secundaria... y eso porqué? porque pesaron más los momentos - por su intensidad y significado- que el tiempo por su simple e inhexorable paso.
No voy a permitir que un burgués con su auto gris y su cara de cinismo eche a perder mis momentos con la evasión de sus culpas.Seguir adelante es la consigna, y disfrutar todo tanto en el AHORA como en el AYER.
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