martes, abril 07, 2009

Acción

Qué loco todo esto... los momentos que pasan a la velocidad de algo aún más rápido que la luz. Prefiero creer que todos estos remezones son para bien. Hasta ahora me los he tomado así y las cosas van sobre la marcha.
Lo que me azota un poco es el vaivén de los magnetismos. Un día faltas entonces tengo otro imán por ahí, y cuando ese imán me falta, aparece otro. Me balanceo suavemente entre distintos magnestismos... deliciosos todos aunque malignos.

Ahora (...) puedo ser miles de Bárbaras a la vez. La que lo fascina, la que irradia tanto magnetismo como él mismo. La que agobia, la que agrada, la que envenena, la que lucha, la que repudia, la que se focaliza, la que disfruta, la que se deja llevar, la que se niega y al final dice "bueno ya"... entre tantas otras.
Son todas mis aristas las que surgen cuando la inspiración esta saliendo por los poros de la maravillosa gente que tengo cerca. Son en cierta forma pequeños musos, nunca tan enormes como mi Gran Muso mencionado alguna vez (Usted). Pero sí son valiosisimos.
Los otros imanes que me rodean, son aparentemente reemplazables, porque me tienen en el vaivén, y aun no me estabilizo en ninguno de ellos.

A decir verdad, tampoco quiero.

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