Me doy cuenta de que mi "afecto" es egoísta. Yo no quiero a esa persona cerca porque relamente me importe, la quiero cerca para saber que es de mi propiedad y que tiene un contrato de exclusividad conmigo.
Súper fuerte.
Imagínate, esta sensación no se compara para nada con aquella de la otra vez, donde pude alcanzar el altruismo máximo y Usted era el centro del existir, la razón de las cosas, la motivación para levantarse todos los días.
Extraño esa sensación ¡y la sensación de ahora ni siquiera se compara! pero no puedo evitar expulsar ciertos esbozos de tristesa en mi actuar: la mirada un poco perdida, los pensamientos decaidos, un nudo en el estómago y una ira que no sabe por dónde reventar. Es dificil, pero si examino bien mi interior quiero mi beneficio, quiero ser yo quien gane y no me importan mucho las personas que salgan perjudicadas. ¿Soy mala? ¿Soy egoista? ¿De dónde sale todo esto? Why?
Creo que hay problemas más de fondo que superar, porque tropiezo ya varias veces con la misma piedra. Lo que sucede es va mucho más allá de lo que está aconteciendo ahora. Quizá soy yo la que libera demasiado pronto un millón de emociones que se construyen en segundos... mi interioridad incendiaria se apresura y salta. Quizá mi afán de saber que se puede seguir después de Usted me lleva a buscar un salvavidas, una ilusión, una lucha, un juego... en fin, un nuevo amor.
Quizá me volví a equivocar. ¿Debo saber elegir con criterios racionales? ¿Debo elegir siguiendo a mi corazón? ¿En dónde, en dóndee?!! está ese triste noctambulo dador del infinito... ¿Tengo que rescatar el pasado? No. No creo. Cada vez que fallo intento volver a Usted, pensando que la razón por la cual mi nuevo intento no funciona, es porque Usted es el aunténtico furor incontrolable de mis sesos. Ya intenté rescatar y no recibí respuesta.
Lo más probable es que haya que esperar, pero me cuesta.
Lo más probable es que mi demostración de interés es inversamente proporcional a las posibilidades de que algo resulte.
Súper fuerte.
Imagínate, esta sensación no se compara para nada con aquella de la otra vez, donde pude alcanzar el altruismo máximo y Usted era el centro del existir, la razón de las cosas, la motivación para levantarse todos los días.
Extraño esa sensación ¡y la sensación de ahora ni siquiera se compara! pero no puedo evitar expulsar ciertos esbozos de tristesa en mi actuar: la mirada un poco perdida, los pensamientos decaidos, un nudo en el estómago y una ira que no sabe por dónde reventar. Es dificil, pero si examino bien mi interior quiero mi beneficio, quiero ser yo quien gane y no me importan mucho las personas que salgan perjudicadas. ¿Soy mala? ¿Soy egoista? ¿De dónde sale todo esto? Why?
Creo que hay problemas más de fondo que superar, porque tropiezo ya varias veces con la misma piedra. Lo que sucede es va mucho más allá de lo que está aconteciendo ahora. Quizá soy yo la que libera demasiado pronto un millón de emociones que se construyen en segundos... mi interioridad incendiaria se apresura y salta. Quizá mi afán de saber que se puede seguir después de Usted me lleva a buscar un salvavidas, una ilusión, una lucha, un juego... en fin, un nuevo amor.
Quizá me volví a equivocar. ¿Debo saber elegir con criterios racionales? ¿Debo elegir siguiendo a mi corazón? ¿En dónde, en dóndee?!! está ese triste noctambulo dador del infinito... ¿Tengo que rescatar el pasado? No. No creo. Cada vez que fallo intento volver a Usted, pensando que la razón por la cual mi nuevo intento no funciona, es porque Usted es el aunténtico furor incontrolable de mis sesos. Ya intenté rescatar y no recibí respuesta.
Lo más probable es que haya que esperar, pero me cuesta.
Lo más probable es que mi demostración de interés es inversamente proporcional a las posibilidades de que algo resulte.
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