Yo crei que la senda que habia empezado era absolutamente irrevocable. Pero como dice esa canción que tanto me gusta -y que espero cantarte algún día-: "al final de Mil Caminos siempre habrá desvíos". Si bien me desvié, volví a mi origen. Estas cosas no son nada fáciles para mí. Tú mismo, y mucha gente, me pueden ver muy desenvuelta en la mayoría de los ámbitos de la vida, pero aquí... las cosas son diferentes.
Te quiero. Quizás hasta te amo. Durante mucho tiempo no le puse ningún nombre a esto, porque temía que el nombre quedara grande o muy pequeño. Que fuera mucho o muy poco. Te quiero tanto que de verdad me importa todo de tí, quiero que seas feliz, que crezcas, que confíes en el potencial que hay en tu interior. Quiero decirte estas cosas y muchas más para que creas de verdad en el hecho de que eres una persona única y maravillosa, que probablemente hasta mi llegada no conocía esa parte tan secreta para el resto del mundo: tu interioridad llena de amor, de bondad, de ternura... incluso esas cosas que la gente llama "defectos", pero que enriquecen a un ser humano y que finalmente te hacen persona... te hacen ser real. Quiero que vuelvas a sentir esa revolución en el alma, esa tensión agradable. Muero por volver a ver esa sonrisa de satisfacción que tenías en los momentos más bellos... esos en los que te sentías un poco más confiado, más seguro... todo gracias a mi pequeña respuesta casi camuflada, temerosa, incierta. Si nos comunicábamos tan bien, es probable que hayas percibido mis miedos más de alguna vez.
No quiero que olvides jamás cómo fue lo nuestro, y quiero que eso llegue a ser por fin lo que de verdad ambos queríamos que fuera. No me importa si tengo que esperar más tiempo. Me voy a armar de paciencia, y todo por tí, porque siento que vales la pena, que puedo hacerte una persona más completa, que te puedo hacer enteramente feliz, que puedo cambiar tu mundo y el mio. No me importan las distancias ni el tiempo si sólo tengo que esperar un poquito más para acercarme a tí. Quiero empezar otra vez y descubrirte con tus detalles, tus mañas, tus modales y tus gestos. Quiero encontrarme con tus ojos como en los buenos tiempos, quiero soñar contigo y contarte mis sueños, quiero enamorarme un poco más y aprender algo nuevo de tí cada día.
Tendré también que entregarte en algún momento todas mis creaciones que te pertenecen. Eres tú el único dueño de todos mis poemas y todas mis canciones, la única persona a la que le quiero escribir millones de versos y cantarle toda la banda sonora de nuestra historia. Quiero dejarte todas mis obras, porque, si no las llegaras a conocer no tendrían ningún sentido. Quiero apoyarte siempre, quiero consolar tus penas y compartir tus alegrías. Quiero acompañarte en todo momento, no quiero que te sientas solo ni incomprendido... quiero escucharte y comprenderte, pasar el tiempo contigo y curar las heridas que esta vida dura pueda traerte.
Lo único que no quiero es olvidarte o que me olvides. Jamás querré separarme de tí ni de tu recuerdo. Te quiero. Quizás hasta te amo.
Pareciera que, hasta que no me arrancan del alma, de los brazos o del corazón a las personas y las cosas que de verdad me valen, no me doy cuenta en verdad de lo importantes que son para mí. Por eso, ahora trato de tener los ojos más abiertos con las cosas simples que están sucediendo a mi al rededor... y todo es más hermoso.
Esto lo escribí el 3 de Octubre del 2008, a las 23:41... supongo que hoy era el momento de que saliera a la luz, que este sentimiento sigue, aunque en silencio.
Te quiero. Quizás hasta te amo. Durante mucho tiempo no le puse ningún nombre a esto, porque temía que el nombre quedara grande o muy pequeño. Que fuera mucho o muy poco. Te quiero tanto que de verdad me importa todo de tí, quiero que seas feliz, que crezcas, que confíes en el potencial que hay en tu interior. Quiero decirte estas cosas y muchas más para que creas de verdad en el hecho de que eres una persona única y maravillosa, que probablemente hasta mi llegada no conocía esa parte tan secreta para el resto del mundo: tu interioridad llena de amor, de bondad, de ternura... incluso esas cosas que la gente llama "defectos", pero que enriquecen a un ser humano y que finalmente te hacen persona... te hacen ser real. Quiero que vuelvas a sentir esa revolución en el alma, esa tensión agradable. Muero por volver a ver esa sonrisa de satisfacción que tenías en los momentos más bellos... esos en los que te sentías un poco más confiado, más seguro... todo gracias a mi pequeña respuesta casi camuflada, temerosa, incierta. Si nos comunicábamos tan bien, es probable que hayas percibido mis miedos más de alguna vez.
No quiero que olvides jamás cómo fue lo nuestro, y quiero que eso llegue a ser por fin lo que de verdad ambos queríamos que fuera. No me importa si tengo que esperar más tiempo. Me voy a armar de paciencia, y todo por tí, porque siento que vales la pena, que puedo hacerte una persona más completa, que te puedo hacer enteramente feliz, que puedo cambiar tu mundo y el mio. No me importan las distancias ni el tiempo si sólo tengo que esperar un poquito más para acercarme a tí. Quiero empezar otra vez y descubrirte con tus detalles, tus mañas, tus modales y tus gestos. Quiero encontrarme con tus ojos como en los buenos tiempos, quiero soñar contigo y contarte mis sueños, quiero enamorarme un poco más y aprender algo nuevo de tí cada día.
Tendré también que entregarte en algún momento todas mis creaciones que te pertenecen. Eres tú el único dueño de todos mis poemas y todas mis canciones, la única persona a la que le quiero escribir millones de versos y cantarle toda la banda sonora de nuestra historia. Quiero dejarte todas mis obras, porque, si no las llegaras a conocer no tendrían ningún sentido. Quiero apoyarte siempre, quiero consolar tus penas y compartir tus alegrías. Quiero acompañarte en todo momento, no quiero que te sientas solo ni incomprendido... quiero escucharte y comprenderte, pasar el tiempo contigo y curar las heridas que esta vida dura pueda traerte.
Lo único que no quiero es olvidarte o que me olvides. Jamás querré separarme de tí ni de tu recuerdo. Te quiero. Quizás hasta te amo.
Pareciera que, hasta que no me arrancan del alma, de los brazos o del corazón a las personas y las cosas que de verdad me valen, no me doy cuenta en verdad de lo importantes que son para mí. Por eso, ahora trato de tener los ojos más abiertos con las cosas simples que están sucediendo a mi al rededor... y todo es más hermoso.
Esto lo escribí el 3 de Octubre del 2008, a las 23:41... supongo que hoy era el momento de que saliera a la luz, que este sentimiento sigue, aunque en silencio.
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