Si, remodelé mi bitácora. Hay que cambiar un poco; la mayoría de los cambios en mí han sido para bien, así que no le temo a esta práctica. He estado tratando todo el rato de cambiarle la letra a las entradas antiguas, por un tema de esteticidad, pero no resulta. En fin, quizás eso marque mejor una etapa, el antes y el después.
No es que haya pasado algo realmente (se me fue la palabra) ... significativo (no era esa la que quería poner, pero queda bien de todos modos). Son pasos que se dan. Así nada más. Como los pensamientos que caen a la cabeza de improviso. Es como la lluvia. Nadie la avisa en realidad. Se distingue por algunos signos solamente.
He notado que tengo ansias de invierno. ¡Después de que quería tanto que llegara el verano! Sí, no ha dejado de ser una época genial, pero algo tiene el invierno que lo añoro. Un invierno en particular que viví muy feliz. Ese invierno frío frío. No ese lluvioso del 2004, cuando no podía entender que en esta ciudad llueve de abajo pa arriba y que no se puede esperar a que la lluvia pase para salir. No. No ese invierno. Me gustó ese que me recordó tanto a mi tierra. Mi Temuco. Donde está despejado a veces pero hace frío... ¡tanto frío! Se usan más las chaquetas que las parkas. Me acuerdo de ese gesto... sí, uno de sus tantos modales propios y exclusivos: meter las manos en los bolsillos de la chaqueta, y hundir la cabeza. Yo enrollando la capucha del sweater en torno a mi cuello. Pequeña capucha que no me cubria la cabeza entera (y no es que sea cabezona). Abrázame de De Saloon sonaba mucho. Recuerdo también distintas bufandas, ajenas, coloridas. Lluvia afuera y jugarretas excesivas dentro, gestos exagerados y sonrisas. Cafecitos que me habría gustado compartir. Evasiones de mirada. Echadas de menos de las vacaciones y reencuentros con hartas evasivas antes de ese rostro de "te extrañé" y del mio de "yo también".
Cosas bonitas en momentos en que generalmente hacía frío pero no llovía. Y lo curioso y algre es que todo esto, ya no le traen lluvia a mis ojos.
No es que haya pasado algo realmente (se me fue la palabra) ... significativo (no era esa la que quería poner, pero queda bien de todos modos). Son pasos que se dan. Así nada más. Como los pensamientos que caen a la cabeza de improviso. Es como la lluvia. Nadie la avisa en realidad. Se distingue por algunos signos solamente.
He notado que tengo ansias de invierno. ¡Después de que quería tanto que llegara el verano! Sí, no ha dejado de ser una época genial, pero algo tiene el invierno que lo añoro. Un invierno en particular que viví muy feliz. Ese invierno frío frío. No ese lluvioso del 2004, cuando no podía entender que en esta ciudad llueve de abajo pa arriba y que no se puede esperar a que la lluvia pase para salir. No. No ese invierno. Me gustó ese que me recordó tanto a mi tierra. Mi Temuco. Donde está despejado a veces pero hace frío... ¡tanto frío! Se usan más las chaquetas que las parkas. Me acuerdo de ese gesto... sí, uno de sus tantos modales propios y exclusivos: meter las manos en los bolsillos de la chaqueta, y hundir la cabeza. Yo enrollando la capucha del sweater en torno a mi cuello. Pequeña capucha que no me cubria la cabeza entera (y no es que sea cabezona). Abrázame de De Saloon sonaba mucho. Recuerdo también distintas bufandas, ajenas, coloridas. Lluvia afuera y jugarretas excesivas dentro, gestos exagerados y sonrisas. Cafecitos que me habría gustado compartir. Evasiones de mirada. Echadas de menos de las vacaciones y reencuentros con hartas evasivas antes de ese rostro de "te extrañé" y del mio de "yo también".
Cosas bonitas en momentos en que generalmente hacía frío pero no llovía. Y lo curioso y algre es que todo esto, ya no le traen lluvia a mis ojos.
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