sábado, junio 27, 2009

Fear Of The Dark

me corroe la idea de caer

¡Hay tantas cosas prohibidas y hermosas que tienen un fatal efecto en mi persona! Tengo ganas de muchas cosas que no serían correctamente aceptadas en alguien de mi perfil, pero... es inevitable: son alturas fulminantes, son piernas de escalera que nunca acaban.

Era entretenido. Le escribí esa entrada que titulé Columna Roja, y por él era un placer haber nacido con el sentido de la vista. Pero ahora, ese simple juego de miradas y ojímetros se esta tornando peligroso: se está aproximando, se quiere aproximar a mí, y yo tengo claro que somos tan distintos como agua y aceite; que nuestros caminos son opuestos, que no llegaremos juntos a ningún lado. Se nota a simple vista.

La primera cosa que me complica es el cahuincillo que se armaría si se supiera que tenemos este lazo secreto, que pasa tan desapercibido a pesar de estar frente a 82 ojos más. La segunda es la idea de lo que significa este magnetismo para ambos... supongo que es muy diferente. La tercera, son los límites: hasta dónde llegar. Pero hay una cuarta cosa, de importancia consistente... muy consistente. Esa cuarta cosa es una floreciente amistad con quien pudiese funcionar un verdadero camino, algo en serio... no quiero que se vea perjudicado.

Tampoco quiero, que mi pequeña luminaria sin sentido (Véase Columna Roja) empiece a involucrar sentimientos. Él es totalmente carente de modales -lo dije-, y ante mi presencia se está poniendo atento; y no sólo eso, está buscando conversaciones, cruces de palabras, y para rematar la actitud de hoy... no quiero tener que optar y herir a nadie.

Con sólo un pequeño roce te hice gritar una estupidez... imagínate que podría pasar si te toco en serio y con ganas...
Yo también te amaría sin amor.

1 comentario:

  1. "Con sólo un pequeño roce te hice gritar una estupidez... imagínate que podría pasar si te toco en serio y con ganas...
    Yo también te amaría sin amor."


    que sexy eso
    que buen escrito, y que emocionante tambien, espero halla una segunda parte

    saludos Barbarella!

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