Hasta que saqué el pasito que quería, y todo gracias a la musiquita del Mp3 de mi meloncio :) me enamoré de ese eme pe tres! quiero uno igual. Entonces toqué el piso con las manos cuantas veces quise y apreté la parte baja de los abdominales como no lo hacía hace tiempo. El viernes, molida a más no poder, al menos en la panza, pero valió la pena.
Qué temazo este Don't You Know! me hacía falta una venita hip hopera más intensa. Qué día más cool y freaky el jueves! tuvo de todo, pero todo de lo que se llama todo. Es probable que esté sufriendo un delirio de omnipotencia, pero me siento tan bien que no hay nada que no pueda hacer.
Ahora, con La Gata de El Cruce, encontré mi canción. La lleva esa banda; tanto que en el mismo disco está la canción de un amigo, una de esas canciones que me dicen "no cometas el mismo error dos veces".
A raíz de eso... saben? el gremio ese es una porrada de idiotas lindos, con ojos grandes que compran pasajes a mi memoria y se alojan toda la vida en ella. Más encima sacan poemas como si hicieran un rollito de confort para llevar en la mochila al Liceo cuando se atraviesa por un feroz romadizo: sólo metros y metros podrían capear 10 horas fuera de la casa (y lo sé bien porque así anduve esta semana).
Otros de esos son sólo carne. Aunque aún no llega a mi vida el idiota lindo que me trastorne por una simpleza de esas.
Ganas de jugar no faltan . . . y el gremio ese tiene cuerda para rato.
"... pero prefiere forzar las instancias... su único miedo es volverse a enamorar" ♪
Qué temazo este Don't You Know! me hacía falta una venita hip hopera más intensa. Qué día más cool y freaky el jueves! tuvo de todo, pero todo de lo que se llama todo. Es probable que esté sufriendo un delirio de omnipotencia, pero me siento tan bien que no hay nada que no pueda hacer.
Ahora, con La Gata de El Cruce, encontré mi canción. La lleva esa banda; tanto que en el mismo disco está la canción de un amigo, una de esas canciones que me dicen "no cometas el mismo error dos veces".
A raíz de eso... saben? el gremio ese es una porrada de idiotas lindos, con ojos grandes que compran pasajes a mi memoria y se alojan toda la vida en ella. Más encima sacan poemas como si hicieran un rollito de confort para llevar en la mochila al Liceo cuando se atraviesa por un feroz romadizo: sólo metros y metros podrían capear 10 horas fuera de la casa (y lo sé bien porque así anduve esta semana).
Otros de esos son sólo carne. Aunque aún no llega a mi vida el idiota lindo que me trastorne por una simpleza de esas.
Ganas de jugar no faltan . . . y el gremio ese tiene cuerda para rato.
"... pero prefiere forzar las instancias... su único miedo es volverse a enamorar" ♪
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