sábado, agosto 29, 2009

Por favor, espere en línea . . .

Ya no se puede. El tiempo se acabó y punto.

No me da miedo actuar, porque jugaré a la segura, sin rollos, sin miedos, sin confusión. Lo fuerte es saber que estos elementos no están presentes por causa de una cosa: no hay amor. Es verdad; no hay nada de lo que había en aquellos días, cuando yo quería jugar a ganadora por un romance sin fin. Bueno, al menos en cierto modo esta falta de afecto me permite operar con cierta confianza.

Sea benéfico o no, es fuertísimo encontrarse con una liberación de acto y un libre albedrío después de haber estado anclada como raíz de árbol viejo. Pensar que hubo momentos en lo que no se veía a nadie más en mi camino, y me sentía condenada siempre a uno, a ese uno que empecé a amar en un rincón de mi vida "cuando de una esperanza quería saltar al cielo".

Se siente bien la libertad. Puedo lograr muchas cosas, excepto una que NO DEBO: anclarme. Si bien me preocupé escuchándolo decir: "si resulta, bien; y si no... bueno..." nada implica sentir mucho.

Qué ganas de poder decirte: "tranquilo, arreglaremos esto juntos ;)".
Levad anclas, mirad a tu "amado"! Que hay viento en popa, vamos navegando . . . acá no hay teléfonos, ni líneas que hagan esperar.

1 comentario:

  1. que ironico, estoy pasando por lo mismo.

    El amor no es infinito, como dije una vez, el tiempo es la mejor cura pero tambn el mejor castigo.

    El amor, que puedo decir del amor, no lo entiendo y dura poco.

    Saludos Barbarella

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