Vienen y Van

Pasan las personas e influyen de una u otra manera. Hasta la gente con la que cruzamos por la calle afecta un poco; todos en cierta manera lo hacen.

Me preocupa, o más bien me sorprende cómo cada cosa que pasa en un día normal puede afectar a la cantidad y calidad de las personas con las que nos cruzamos por la calle. Esto me sorpendió cuando vi "El Extraño Caso de Benjamin Button". Todo pasó de tal forma que atropellaron a la bailarina que, con una pierna malita, ya no pudo bailar más.
Entonces pienso que esas cruzadas por la calle no han sido porque sí. Pero eso no detiene mi plan de momentáneo silencio respecto a "esas" personas que se atraviezan por mis andanzas en las veredas.

También me impresiona cómo hay momentos de la vida en que nos rodeamos de gente y aparecen personas nuevas; así como hay otros en que la soledad es brutal y nadie aparece... ¡Justo en esos momentos en que hacen falta nuevas compañías!

Particularmente ahora, me pasa que surgen varias compañías que son potencialmente buenas, pero no se qué rayos elegir. La sensación de incompleto con Usted perdura, aunque no necesariamente con dolor. Que haya llorado sin razón aparente, viendo "Hacia Rutas Salvajes" para mí, al menos, significa un sentimiento que perdura por siempre. Sí, por siempre... si ya ha durado todo este tiempo, ¿Qué podría hacerlo desaparecer? Si en cuanto los otros se van, los olvido después de un mes, esto no va a desaparecer así nada más. Por cierto eso no me complica.

Cada persona que conocemos es necesaria. En otras palabras, tampoco es porque sí que tus amigos me agregan al Facebook...