martes, mayo 10, 2011

La Resistencia.


Resulta que estoy aquí, con esta atadura. Resulta que estamos, atados a esta pseudo-dictadura que mata, poco a poco, a nuestro entorno y en un futuro no muy lejano, a nosotros mismos.

Qué dolor, que pena. Me siento como un Arauco, tengo esta pena grande. Hoy soy como una esponja: agarré el dolor y cual plañidera -sin sueldo- lloro la tierra de aquellos que la añoran y la ven irse, vendida al poder económico, a los peces gordos...

El dinero se acaba... ¿Qué no ven? Se están malogrando a sí mismos, nos están malogrando sin preguntarnos nada y la impotencia se acrecienta... y cómo no, si ni siquiera podemos alzar la voz, siempre esa represión, siempre; porque sí, es una pseudo-dictadura! Volvemos a los '80, no puedo decir nada, me cae mal Pinocho y por decirlo me detienen, por tener conciencia social nos callan, por defender lo nuestro nos violentan. No señores, no es moda, no somos neohippies en la postura de la alegre rebeldía jota jota cé cé. Las cosas van mucho más allá... quizás sea ese el problema: aquellos que tienen el poder en las manos sólo ven las cifras, su cerrado espectro no les deja ver lo que nosotros vislumbramos... y lo peor de todo es que se vislumbra negro.

Con rabia me voy a seguir mi rutina. Con un nudo de impotencia en la garganta, con una yaga en esa parte del alma que ama a la tierra, a mi tierra.

En mí no lo van a detener, yo lo dejo... que avance, que avance...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿y Usté qué piensa?