... y la Pachamama le dijo "hija, no llores más"; y le regaló un día lleno de Sol, de miradas con semillas abiertas, de sonrisas, de satisfacciones... todas coronadas con un agradecimiento.
Hacer feliz a alguien cuesta poco. Lo que cuesta es no esperar nada a cambio... y no un cambio material, sino que algo se manifieste, que algo diga la tácita verdad.
O la que al menos se cree verdad.
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