domingo, junio 19, 2011

Profunda Congoja

Que alguien me explique este dolor. Y no sólo éste dolor, sino la exaltación. Que alguien me explique cómo se hacen caminar esas dos sensaciones juntas, a la par, sin que una destrone a la otra o sin que se derrumben junto con quien las lleva a cuestas.

Cuando se revela ante mis ojos el más perfecto de todos, el más propicio para este momento; díganme, por favor cómo se hace para no sentir nada. ¿Cómo se hace para contemplar la perfección hecha carne humana sin que toda la entraña se revolucione a punto de estallido? Heme aquí frente a un muso grande... y se supone que no debería sentir nada.

Y cuando recuerdo que pertenece a tierras lejanas y que hay cientos de miradas tras su huella imperceptible, díganme, cómo. Ha de ser posible entonces equilibrarse, en esta cuerda floja clamo y me quemo. O me embarga la tristeza o la euforia, y la euforia es anulada por un imposible que palpita. Los atisbos de que sí un día y los de que no al otro. Díganme, si saben la receta, cómo... cómo se hace para soportar.

No puedo soportar tanta belleza, y no sentir nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿y Usté qué piensa?